sábado, 26 de diciembre de 2009

(No) ha sido otro estúpido año más

Bueno, chicos y chicas, esto se termina, ya tenemos un añito más, aunque lo mejor sería decir uno menos para revolotear en este mundo. Pero bueno, en Otro Orden De Las Cosas, toca hacer balance del 2009:

-He conocido a gente genial. Que quizá no vuelva a ver jamás.
-Me he reencontrado con gente que pensé que no volvería a ver jamás.
-He pasado noches memorables con buena gente. Quicir, "buena".
-He tenido conversaciones que recordaré mucho tiempo. Creo que he aprendido más en bares que en clase.
-He aprendido a cocinar... ¡aunque algunos de ustedes digan que no! ¡Embaucadores!
-He visto salir el sol entre montañas de más de tres mil metros.
-He visto un atardecer que teñía el cielo de escarlata y carbón.
-He estado a punto de morirme.
-Me he fumado un cigarrillo bajo la lluvia.
-He subido al Canigó.
-Lo subí cargando con un bastón de dos metros porque tengo la manía de prometerme cosas extrañas.
-He salido de casa por la noche, solo, buscando a alguien que me dira una paliza. No encontré a nadie y terminé en un bar donde habían mis amigos, fijatetú.
-Me he tirado como una hora seguida riendo a carcajada limpia. Y eso que al minuto me estaba ahogando y ya no podía más.
-He llorado de rabia y de mierdapuraqueeslavida como hacía años que no lo hacía. Si es que lo había hecho nunca, creo que no.
-Me he enamorado.
-He dormido junto a la única persona que realmente he querido en toda mi vida.
-He tenido que suicidarme emocionalmente porque soy así de... soy asín.
-He tomado en cuenta la opción de tirarme de un quinto piso y dar el espectáculo a los transeuntes.
-He descubierto que la cocina japonesa es la polla en verso. Dios bendiga el sushi.
-He empezado a aprender japonés.
-He visto cómo un amigo se convertía en Gran Maestro.
-Hice dos tablas seguidas contra él.
-He aprendido a jugar al go. Bueno, "aprendido".
-También he aprendido a hacer el cubo de Rubik. ¡Un minuto y cinco segundos es mi récord!
-He vivido una de las situaciones más extrañas de mi vida en casa de un colega, a las tantas de la madrugada.
-He ido del Vendrell a la playa corriendo para llegar, bañarme, y tomarme un café y una cerveza bajo el sol de verano.
-He retado a un buen hombre a correr. Le gané contra todo pronóstico. Quiso venganza. Se la ofrecí. Volví a destrozarlo, humiliarlo. 2-0.
-Me he metido una santa hostia en bici que aún ahora veo estrellitas.
-He sabido que mi hermano iba a ser padre.
-Me hizo prometer no decírselo a nadie, tenía que ser sorpresa. A la semana, se lo había dicho a todo Dios xd
-Me he forrado en el casino jugando a poquer. Dos veces.
-Me he petado lo que había ganado en las discotecas de al lado. Las dos veces.
-He descubierto que todo Dios en Bola de Drac tiene nombre de comida o de cosas raras. En serio.
-He comprendido la relatividad especial. O eso creo, porque, "eh, tio, pero y si vas en tren y yo mido el...", "yo qué sé, joder, yo qué sé" xd
-Me está gustando la termo. Al loro.
-He sobrevivido cuatro días enteros con un miserable euro.
-Me he petado como 150 euros en un día. Sin saber cómo exactamente.
-He protegido a mi prima de las hordas de adolescentes descerebrados y sobrehormonados que se la querían petar. Josdeputa, rascáosla con una lija si tanto os pica.
-He ido al cine, solo, a ver una peli que, un poco más, y salgo en los créditos. Yo me entiendo.
-He descubierto que nací el año del tigre, lo cual me pareció una soplapollez cuando lo supe, pero ahora tiene su gracia.
-Celebré el 2 a 6 con un hombre de unos 50 años, gritando por callejuelas de Barna. Muy surrealista todo.
-Después de un concierto ska-hipi-raro me puse a cantar lo de "mil vuit cents noranta noou, neix..." pensando que alguna de las mil personas que allí había me seguiría. No lo hizo nadie. Bueno, uno. Pero nadie más. Muy chungo.
-Tirado por el suelo, a las tantas, me puse a discutir con otro sobre si Mozart era o no mejor que Wagner. Casi terminamos a hostias.
-Y algunas cosas que más me vale no soltar.


Y bueno, pese a que globalmente sigo sin rumbo fijo y a la deriva, aunque no sepa aún qué hacer con ella, localmente la vida tiene su gracia.

Así que, ¡al loro! ¡Que no estamos tan mal, hombre!

Saludos y buen 2010.

PD: Flipa, los del 92 ya serán mayores de edad. Empiezo a sentirme viejo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

¿Pero qué coño es Bolonia?

Podría decir cuatro tontáas sobre la archiconocida reforma universitaria llamada plan de Bolonia que tanta mierda ha levantado últimamente, pero mejor os dejo con este hombre:





Se llama Juan Carlos Mejuto, decano de la Universidad de Vigo (y físico, lo cual explica muchas cosas que dice... y que sea el único que no va entrajado XD) y me recuerda bastante al Dr Josep Manel Parra, tiene la misma forma de hacer y la misma maldita verborrea, es genial.

Y eso, saludos.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Reloaded

Cuando Jim entendió que no podía seguir viviendo en los sueños, que debía bajar a la realidad para ver realmente qué tenía, se encontró en medio de una ciénaga que emanaba olor a putrefacción y muerte, a desesperación y agobio. Pero Jim tomó la decisión más dura de su vida, una que jamás creía que tomaría, que jamás había soñado siquiera que tuviese el valor para hacer lo que iba a hacer, pero es que Jim ya no tenía ganas de volver a su mundo de piruletas, y decidió que se pasaría un tiempo en la ciénaga.

Intentó varias veces volver a su mundo, pero el amargo olor a desgracia no lo abandonaba por mucho que lo intentase, y entonces sucedió que, sin pensar demasiado en ello, cogió sus sueños con las manos y empezó a rasgarlos, a apuñalarlos mientras lloraba, como en trance, hasta que, al fin, todo él empapado de muerte y destrucción, de pie delante de todos los pedacitos de los cadáveres de sus sueños, otrora brillantes, bellos y mágicos como águilas de cristal, entendió que, en el proceso, él mismo había muerto.

Entendió que, como dijo H. Miller, por amor demasiado grande, cosa al fin y al cabo monstruosa, murió de sufrimiento. Entendió que había de meterse en la ciénaga hasta el cuello, que ese barro que bien podía ser diarrea del mismo Diablo lo envolviese por completo, que dejase de ser y empezase el viaje que ralmente importaba: el que se hace hacia dentro, hacia él mismo. Entendió que debía de ser así, para volver a renacer sin conocer ni amor ni odio y disfrutar.

Lo que no entendió es que, ese disfrute de la vida, por haberse adquirido de forma innatural, se convertiría en un veneno que tarde o temprano corrompería el mundo entero.

sábado, 24 de octubre de 2009

Trópico de Capricornio

Hasta que apareció aquella para la que escribo esto, pensaba que las solucines para todo se encontraban en algún lugar exterior, en la vida, como se suele decir. Cuando la conocí, pensé que estaba aprehendiendo la vida, aprehendiendo algo en lo que podría hincar el diente. Y, en cambio, se me escapó la vida de las manos. Extendí los brazos en busca de algo a lo que apegarme... y no encontré nada. Pero al hacerlo, con el esfuerzo por aferrarme, por apegarme, descubrí, pese a haber quedado desamparado, algo que no había buscado: a mí mismo. Descubrí que lo que había deseado toda mi vida no era vivir -si se llama vida a lo que otros hacen-, sino expresarme. Comprendí que nunca había sentido en menor interés por vivir, sino sólo por lo que ahora estoy haciendo, algo paralelo a la vida, que pertenece a ella y al tiempo la sobrepasa. Lo verdadero me interesa poco o nada, tampoco lo real, siquiera; sólo me interesa lo que imagino ser, lo que había asfixiado día a día para vivir. Morir hoy o mañana carece de importancia para mí, nunca la ha tenido, pero no poder siquiera hoy, tras años de esfuerzo, decir lo que pienso y siento... eso sí me preocupa, me irrita. Desde la infancia me veo tras la pista de ese espectro, sin disfrutar de nada, sin desear otra cosa que ese poder, esa capacidad.
- Henry Miller

viernes, 16 de octubre de 2009

¡Siete nueves!

Estoy ahora mismo en la sala de ordenadores de la facultad haciendo un informe de una práctica del otro día y me he encontrado con algo que no había visto nunca, y es que al hacer la regresión lineal de los datos me ha dado un coeficiente de regresión igual a 0.999999903. ¡Siete nueves! Alguna vez había visto alguno con 4 nueves. ¡¿Pero siete?! ¡Es una animalada! Vale que la práctica era una tontería de tomar voltajes por aquí y allí, pero es que siete nueves son muchos nueves. Para el que no sepa de qué va la cosa, cuanto más cercano a 1 es el coeficiente de regresión, los valores que hemos tomado más se acercan a los teóricos.

Para el que lo quiera comprobar, aquí está la tabla de valores: en la primera columna "las equis", en la segunda "las is", en la tercera el valor teórico de "las is" y en la cuarta el error relativo entre el valor teórico y el experimental, que se hace cero en casi todos los casos metiendo propagación de errores y demás.

1402 13.73
13.73136 9.9053E-05
1206 11.82
11.81448 -0.00046701
997 9.77
9.77046 4.7083E-05
804 7.89
7.88292 -0.00089734
598 5.87
5.86824 -0.00029983
395 3.88
3.8829 0.00074742
205 2.03
2.0247 -0.00261084
-205 -1.98
-1.9851 0.00257576
-408 -3.97
-3.97044 0.00011083
-594 -5.79
-5.78952 -8.2902E-05
-811 -7.92
-7.91178 -0.00103788
-1000 -9.76
-9.7602 2.0492E-05
-1196 -11.68
-11.67708 -0.00025
-1408 -13.75
-13.75044 3.2E-05
-1597 -15.61
-15.59886 -0.00071365
-1812 -17.71
-17.70156 -0.00047657
-1991 -19.44
-19.45218 0.00062654



Y bueno, que eso, me ha parecido curioso.

Saludos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Mi biblioteca

Me acaban de enseñar una web la mar de curiosa: http://www.librarything.es Es algo así como un sitio donde puedes crearte una especie de biblioteca con todos los libros que tienes para... no sé, alguna utilidad tendrá, supongo, al menos a mi me ha parecido curioso tener todos los libros en un sitio reunidos para saber cuántos tengo, cuántos me he leído, he dejado a medias y así.

Y esta es, de momento, mi biblioteca: http://www.librarything.es/catalog/rimbi No están todos los que son, simplemente he ido poniendo mientras recordaba los que tengo, pero estimo que aún me deben faltar otros tantos, pero supongo que ya serán o bien obras menores o bien que me leí hace siglos y mi coco no da para más o bien que, simplemente los aparqué en algún lugar de la estantería a medio leer porque ya no los soportaba más.

De estos 78 que, de momento, he puesto, hay algunos que no he terminado de leerlos. Algunos de ellos porque no son "de leer de una tacada", como El Camino a la Realidad de Roger Penrose, que cada página hay que digerirla durante una semana, o el Analytical Manual de Dvoretsky que es un libro que hay que trabajarlo mucho o Gödel, Escher, Bach de Douglas Hofstadter que es espeso como él mismo.

Hay algunos otros que ni siquiera he empezado, pero que están eternamente en la lista de espera, como Misery o Los Miserables. Otros, sin embargo, me los habré leído más de una vez, como La Inmortalidad, de Milan Kunedra o la saga de Akira, que no sabía si ponerla o no, pero es que joder, es muy buena.

Así, de los 78 libros, me he leído 45, tengo a medias 12 y 21 aún están para empezar, aunque algunos de estos los uso de consulta, aunque sigue siendo una relación leídos/en posesión bastante baja, pero eso es porque cada vez que me meto en el Fnac salgo con la cartera vacía, es absolutamente inevitable. Por otro lado, de todos los libros, solamente 49 son novelas al uso, 17 son de divulgación científica, 6 de ajedrez y 6 más de filosofía o ensayos sobre algún tema.

Y para terminar, recomiendo de paso 3 libros:

La Inmortalidad, de Milan Kundera. Pensaba que en La Insoportable Levedad del Ser este hombre había tocado techo, pero es que La Inmortalidad es como un millón de veces mejor. Creo que pocas veces he disfrutado tanto leyendo como con los libros de este hombre, y éste es, en mi opinión, el mejor.

El viejo y el mar, de Ernest Hemingway. Es un clásico, pero me la suda, es genial y punto. Es un libro que se DEBE leer. Además, es bastante cortito, lo que igual será una ventaja para alguien, pero yo odio que se terminen las cosas buenas, así que...

Gödel, Escher, Bach, de Douglas Hofstadter. Como he dicho arriba, no lo he terminado, así que igual estoy haciendo trampa recomendándolo, pero es que lo que he leído de él me parece tan sublime y es una lecura tan inteligente y tan original que joder, hay que leerlo. Trata sobre la posibilidad de la creación de una inteligencia artificial, pero no os dejéis engañar por esto, aunque no os interese el tema en absoluto, os puede interesar mucho dado a su original planteamiento y su brutal exigencia hacia una lectura inteligente y cuidadosa por parte del lector.

Y bueno, eso, que me he entretenido a hacer la cosa esta y ya que estoy, lo pongo por aquí.

Saludos.

Actualización: Vale, le he encontrado una utilidad a la web esta, y es ver qué opina la gente de los libros. No iría más allá si no me hubiera encontrado con esta descripción de Diáspora, un libro que ya recomendé por aquí: "[Diaspora is a] mind-boggling post-humanism extra-universe-scale singularitarian hard science fiction". Joas, es genial, es el mejor comentario de un libro que he visto en mi vida!

domingo, 13 de septiembre de 2009

Lovers to friends, friends to ashes.

A él le encantaba pasear después de las tormentas de verano, adoraba ese ambiente otoñal, ese recuerdo inmediato del calor y, sin embargo, pasear bajo los árboles goteando, con las manos en los bolsillos de los tejanos y un cigarrillo en la boca. Además, ya terminaban las vacaciones y empezaba una etapa nueva. No tan solo empezaría las clases otra vez, sino que lo haría con intenciones concretas, además iría a vivir a otra parte y sobretodo volvería a verla. No, no era otro estúpido fin de verano como cualquier otro, tenía la firme sensación de que estaba a punto de terminarse algo y empezar otra cosa. No sabía el qué, pero esa sensación de pérdida en pro del avance le invadía.

E inmerso en sus pensamientos, tropezó con una chica, de la cual no había vuelto a saber nada desde que eran prácticamente niños. Su melena dorada había adoptado ahora un color castaño, como remarcando que ése era un cuerpo que no había descansado en los largos diez años que habían pasado. Advirtió por su mirada y por su cara que no estaba pasando por un buen momento, y ella le confirmó que no, que justo salía de una operación muy complicada de la que había sobrevivido por los pelos y que, a pesar de todo, la enfermedad reaparecería, quizá dentro de diez años, quizá dentro de diez minutos, pero lo haría y volvería a ponerla en el filo. Aseguró que se lo tomaba con humor, ya que nada más podía hacer. Él sintió un escalofrío y se imaginó el infierno por el que debía estar pasando esa ya mujer. Sabía que las páginas del calendario van cayendo, pero no lo había comprendido hasta ese mismo instante.

Charlaron un largo rato, se desearon suerte y se despidieron hasta otra ocasión, remarcando el deseo de que ojalá no pasaran otros diez años. Los dos estaban seguros de que volverían a verse, pero cuando él miró atrás y ya no la vio, tuvo una extraña sensación.

Y así, paso tras paso, caminó hacia adelante.

-

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Lunes, martes... wtf?




Jamás volveré a mirar igual un calendario, es gracioso descubrir cosas nuevas en aquello que has tenido delante de las narices toda la vida.

Me he iluminado en puedes correr...

And now for something completely different: stupid chicks!

Saludos.

martes, 1 de septiembre de 2009

Zapp at his best




Mira que, por lo general, Futurama no me apasiona, pero cuando la clavan, la clavan. Además, adoro este personaje y su mindundi verde.

jueves, 20 de agosto de 2009

GR 83. El Fin; parte II

Parte II : Falling down

o Del proceso de destrucción de la mente vía la locura


Empecé la marcha con la vista clavada en la ciudad de Prada, un enorme complejo que se extendía por gran parte del valle que se veía a veinte kilómetros a lo lejos, más de dos mil metros por debajo.

Bajé la pista que salía del refugio y en poco tiempo vi el pequeño sendero que se desviaba para penetrar en el bosquejo que bordeaba una pequeña pero abrupta montaña. La molestia del tobillo era ya inexistente y los árboles tapaban el jodido sol del mediodía, así que el rodeo por el saliente se hizo la mar de suave y me dio la sensación que, pese a que estaba algo preocupado de que quizá no aguantaría bien lo que me esperaba, no tendría ningún problema. No fue así.

Al abandonar el sendero de la roca bajé por una especie de peñasco brevemente para meterme de lleno dentro de un magnífico bosque de árboles finos, lisos y altos como postes de teléfono. Estaba en la ladera de una montaña y el camino zigzagueaba hacia abajo incesantemente. Antes de meterme ahí, aproveché para comer algo y me puse a ello.

Ni Dios sabe el tiempo que estuve bajando, bajando y bajando por ese bosque interminable de estacas, con árboles caídos interrumpiendo constantemente la marcha, con el aire del principio de la tarde que ya empezaba a ser molesto de lo caliente que estaba. Y mientras miraba con desprecio esa interminable cuesta abajo, entendí que uno puede subir durante horas y horas, que si se cansa, pues para un poco o simplemente baja el ritmo, pero cuando baja por un camino así es otra cosa: si baja a ritmo normal las rodillas empezarán a flaquearle, si se deja llevar es demasiado empinado y aún así, no aguantaría los veinte kilómetros que faltan y para joderlo todo, si uno se para a descansar las piernas parecen estallar y las rodillas pasan a tener la textura y consistencia de la mantequilla. Así que no hay más: hay que bajar, bajar, sin parar, sea como sea. Y así hice durante horas hasta que por fin el bosque se disolvió en matorrales y plantas. Es decir, que apareció el sol abrasador.

Sin los árboles volvía a ver Prada ahí abajo, pero increíblemente, tras tanto tiempo de maltratarme, se veía igual de grande, igual de lejano, igual de inalcanzable. Intenté no pensar en ello, intenté que la ilusión no me afectara psicológicamente, bebí algo de agua y me limité a desfilar por el incesante descenso con el sol encima como un buitre. El aire ya no era caliente, sino abrasador. Continué abajo por ese infierno cada vez más caliente, mirando fijamente la maldita ciudad, que parecía que se ajelaba un metro por cada paso que daba, como burlándose de mi. Sediento, di otro trago de agua y continué, fijándome en mis pies, sin mirar nada más. Paso a paso, dentro de como mucho cuatro o cinco horas ya estaré ahí, no pasa nada, es cuestión de tiempo.

Un par de horas más tarde mis insensibles piernas seguían estremeciéndose por el interminable volcán, notando todos y cada uno de los malditos fotones que el Sol disparaba a mi piel, engullido por ese aliento de dragón del que no podía huir ni en la más oscura de las sombras. Me llevé las manos a la cara y noté que estaba absolutamente empapado en sudor. Cogí otra ver la cantimplora y noté que apenas quedaba un trago. Bebí la mitad y guadré la otra mitad para todo el camino que aún quedaba por delante. Miré la ciudad maldita. Estaba aún en el maldito horizonte. Espero que encuentre agua por el camino o si no voy a morir de sed. No la encontraría.

No podía más. Aún quedaba mucho camino, pero no podía más. Hacía tiempo que no tenía ni una gota de agua y seguía caminando como ausente por el maldito infierno que se había convertido mi mundo. Ya no sabía dónde coño estaba la ciudad, ni cuánto faltaba, ni si estaba en el camino. Joder, ¡si ni siquiera sabía si realmente estaba andando! Lo único que sabía es que el aire me quemaba la piel. Era tan caliente que ya no sabía si estaba en la sombra o no, no notaba ya la calor del Sol, sino únicamente ese abrazo abrasador que me desgarraba la piel y penetraba en los músculos e intentaba fundirme los mismos huesos. Oh mierda. Me llevé las manos en las rodillas pensando que ya debían estar pulverizadas y me di cuenta de que las tenía secas. Toda la pierna estaba seca. Me toqué la cara e igual. Los brazos. Secos también. Oh mierda, puta mierda. Había dejado de sudar. No sé cuándo, pero había dejado de sudar. El dual de la hipotermia. Joder, voy a morir. Mierda. ¡Mierda! Aceleré el paso, cuanto antes llegara...

Estás jodio, eh, ¿Qué?, Digo que estás jodido, Quién coño eres, Tu homúnculo, ya sabes, tu parte de la conciencia que se ocupa de tu yo literario, podrías escribir esto, saldría una buena historia, ¿Qué?, pero qué coño dices, Si joder, ponlo en el blog, ¿Qué?, hace siglos que no pienso en él, tienes que hacerme pensar en él ahora, justo ahora?, para que lo sepas me estoy muriendo, he parado de sudar, Si ya, pero estaria bien escribir esto, no crees, No, Anda que no, el ascenso y tal no tiene demasiado potencial literario, pero chaval, te estas muriendo, debe ser tu primer pequeño contacto con tu propia muerte, ¿no? Eso tiene mucho potencial, Anda cállate, por favor, estoy tratando de vivir, De hecho estás tratando de no morir, ¡Cállate!, Jaja, hazme callar tu, Lo intento, ¿Y no puedes?, Es evidente que no, Es curioso que no te puedas hacer callar a ti mismo, Te quiero hacer callar a ti, Pero yo soy tu, Pues cierra el pico porque si me muero tu te vienes conmigo, Joder, si me callo, en tanto que existo solamente cuando me expreso, no moriría también? No me vengas con pajas mentales, Jajajaja, para tu información, ¡soy una paja mental!, Perfecto, Además, te encanta que exista, no podrías vivir sin mí, No apostaría en ello, Créeme, te conocemos mejor que tu a ti mismo, porque somos partes simples de ti, autocontenidas y perfectamente comprensibles, pero como tu eres una incomprensible y altamente variable mezcla de todas ellas, ¡Superposición de todas ellas!, ¿Y quién eres tu?, Soy tu yo físico, científico, ¿Pero cuántos estáis aquí?, ¿Que cuántos te formamos?, Sí, No, no es una buena pregunta, Porqué no, Porque somos infinitos, algunos tenemos un peso muy importante en tu personalidad, algunos no tanto, algunos no llegarás a ser consciente nunca de ellos, Porque no, si sois yo, debería conoceros a todos, No, la cosa no funciona así, solamente tenemos nombre los que tú has querido, los que tú has tenido consciencia de ellos, ¿Pero así pues, mi yo esta aquí desde que nací y yo voy descubriéndolo?, Jajajaja, esto es lo que le hubiese gustado a Platón, pero no funciona exactamente así, ¿No?, No, nosotros vamos siendo creados a medida que creces, que experimentas, nosotros no somos nada y tu nos creas a partir de experiencias de lo más insignificantes y vamos adquiriendo peso, Amplitud, Sí, como quieras, a medida de que vas adquiriendo consciencia de nosotros, Entiendo, Por ejemplo, yo nací cuando le preguntaste a tu madre porqué los que vivían en Australia no se caían, y mira hasta dónde he crecido, Pero entonces yo no soy más que un montón de vosotros?, No, ni siquiera ahora estamos hablando realmente, debe de ser consecuencia de tu esquizofrenia o algo, simplemente tu nos das vida para que podamos vivir en tu cabeza, nosotros no somos nada, pero juntos te creamos a ti, Como una hormiga solitaria no es nada, pero una colmenta, hasta cierto punto, uno podría decir que tiene consciencia, O menos cuestionable, una neurona en simplemente una maldita célula, pero un buen montón de ellas formas una conciencia capaz de recordar, sentir, amar, Ok, creo que lo estoy entendiendo, Nos alegramos, Si, Si, Yo también me alegro, Y yo, Igual, Pero, ¿sabéis qué? Es un tanto frustrante hablar así, ¡no hay orden ni nada! No sé quién me está hablando, Esta hecho adrede, es un recurso literario que se acaba de sacar de la manga el autor para crear caos a la vez que unidad, para dar la sensación que somos un único coro de voces, que todos somos la misma persona, De hecho todos somos él, Todos sois yo, Así que el tío se cree Saramago y ha escrito el diálgo así, Pues me parece genial, es un recurso bastante inteligente, Que no va a leer nadie, De hecho no es diálogo en si mismo, sino que es el monólogo que estás, estamos, estoy, teniendo ahora mismo en la cabeza mientras estoy andando, ¿Esquizofrenia?, Llámalo como quieras, ¿Pero no tenía que ser una maldito relato sobre el último día de la ruta?, Y lo es, Sí, simplemente ha querido plasmar el viaje introspectivo que estás/está teniendo a causa del calor, Ya sabes, lo que más le/me/te gusta al autor es jugar con los mundos y los meta-mundos, Oh, sí, cómo si el hombre fuese Douglas Hofstadter, Pero no me negarás que el concepto es genial, Sí, universos dentro de universos dentro de universos, Sí, desde que te mostraron el concepto no has parado de usar y abusar de él, Sí, como cuándo desmostraste que la objetividad y la subjetividad son incompatibles a base de proposiciones y meta-proposiciones, Sí, bueno, me vino la idea antes de dormirme y por la mañana no recuerdo cómo lo hice, Seguramente fué una marihuanada a causa de la falta de lógica del sueño, Como cuando Spassky soñó que refutaba la española, vamos, Exacto, Si, es atractiva la idea de los meta-mundos y meta-meta-mundos, ¿Meta-meta-mundos?, Si, por ejemplo ahora estamos en el meta-meta-mundo del autor, es decir, estamos en un mundo que está dentro de una historia que es el meta-mundo del autor, ¿Realmente lo crees?, ¿Qué quieres decir?, Yo creo que el meta-mundo del autor es la historia de su viaje plasmada como relato, y que el meta-mundo de ese relato es en mundo mental de él, como protagonista, pero ahora mismo también es el mundo mental del autor literalmente, así que el meta-meta-mundo se ha convertido en el mundo del autor, al menos su mundo mental, Vaya, esto me recuerda a espacios duales, que el bidual de E se identifica con E, Buuu, Esperad, esperad, estamos hablando de este texto desde un punto de vista superior, ¿no convierte de hecho esta parte del texto en meta-texto?, Pues sí, la verdad, Vaya, curioso, Esperad, ahora el autor está escribiendo sobre el meta-texto, ¿no es enconces un meta-meta-texto?, Ciertamente, no podría estar más de acuerdo, Y aquí tenemos el meta-meta-meta-texto, Pues sí, Y aquí el meta-meta-meta-meta-texto, Y bueno, así ad infinitum, En serio, me parece genial que al autor le encante jugar con universos como con matriushkas, pero me estoy hartando de todo ello, De hecho, en mayor o menor medida todos sus textos tienen meta-cosas explícitas o no, Sí, le encanta, Sí, debe ser un leve síntoma de esquizofrenia, Una cosa es esquizofrenia, pero desde hace un rato, este texto, con metas o no, es una maltida locura indescifrable, Bueno, piensa que es la mente de alguien que se le está evaporando el agua del cuerpo, ya no suda, y una insolación es lo más leve que puede tener, Se está muriendo, Estamos mueriendo, Pero joder, ¿sabemos siquiera dónde coño estamos?, Ni idea, pero, ¿soy el único que huele a muerte?, Calla, yo, donde coño estoy, joder, puta mierda, ¡DONDE COÑO ESTOY!

Volví a tomar conciencia de mi cuerpo, que se mecía de un lado a otro como inerte, desplazándose más como una babosa que como un hombre. Ya ni siquiera notaba las piernas, se habían convertido de golpe en un par de sacos de dolor y punzadas, las rodillas crujían hasta retumbarme en la sien en cada paso, los brazos colgando muertos al lado del cuerpo. Me encontraba en un bonito paseo bajo los árboles, con un pequeño riachuelo al lado del camino. ¡Riachuelo! ¡Agua! Corrí rápidamente al agua, metí las manos en ella y me la llevé a los brazos y en la cara. Por Dios, qué gusto. Me volví a mojar la cara y relamí las gotas que me caían por los labios. Qué coñ... Fue como pasar la lengua por un papel de lija. Como pasarla por la cara de un cadáver. Joder, joder, soy un cadáver. ¡Soy un puto cadáver!

Y, en ese momento, encontré fuerzas para echar a correr.


GR 83. El Fin; parte I

Parte I : Rising up

o De porque subir una montaña no es solamente subir una montaña


Me despierto y todavía los primeros rayos de sol aguardan detrás de las montañas, tímidos. Perodespertar no sería el verbo, más bien sería mi entorno el que se despertó, pues yo a duras penas había podido dormir más de un par de horas mal contadas ya que el Dios del Infortunio maniobró el dedo del Azar para que me rodearan, por ambos lados y en la litera de arriba, tres ronroneadores de la noche cómo nunca antes se habían visto -ni oído- por estos lares. Así, con unas ojeras nada despreciables y con el cansancio del día anterior afrontaba el reto de subir al Canigó.

Salí de la habitación de la muerte dirigiéndome al café que había preparado. Me eché un poco y me fui a por la leche. Pensé mejor. Retrocedí a por el café y llené el bol hasta arriba. Bueno, medio litro de café va a sacarme de esta pesadilla. Aproveché para desahogarme con los compañeros que conocí la noche anterior poniendo patas arriba a los señores -y sus madres- que jodieron nuestros bonitos planes de dormir, nos despedimos diciendo que nos veríamos arriba -lástima, no sería así y jamás los volveré a ver. Si supiéramos cuándo volveremos a ver la gente con la que nos despedimos lo haríamos de otro modo- y me fui a prepararme, rehice la mochila como buenamente pude, busqué el bastón que había escondido en las afueras el día anterior y partí.

Los primeros pasos, en la primera ladera delante del refugio, ya no presagiaron nada bueno. Titubeante, avancé con pasos lentos, pesados, cansados, temiendo los quince kilómetros que me esperaban, subiendo más de mil metros de desnivel con esos pies doloridos, pero la verdad es que poco a poco fui entrado en calor y cada vez me sentía más libre y notaba menos el dolor, llegando a desaparecer toda molestia en menos de una hora. El paisaje había ya cambiado, del bosquejo montañoso que fronterizaba con el refugio pasamos a un verde prado con una leve pero contante cuesta hacia arriba y más adelante, ya en la misma ladera sur del monte, el verde mutó poco a poco al marrón y gris de la piedra. El camino serpenteaba con ángulos cada vez más agudos hacia arriba, cruzando una y otra vez la sombra de la propia montaña, estremeciéndome de frío cada vez que el aire glacial se me clavaba como agujas de hielo en la cara y la piel y penetraba hasta los mismos huesos.

Subí, subí. Ya no recuerdo el tiempo que estuve subiendo entre las piedras, cada vez más grandes y con el camino más desdibujado a medida que iba subiendo. Hacia arriba, sin parar, mirando el suelo, cuidando de no poner mal el pie, resbalarme o cometer algún fallo estúpido que me hiciera caer por la kilométrica ladera semivertical armada con miles de piedras y demás, levantando la vista cada poco para ver si me desviaba mucho de la siguiente señal en el camino, o inútilmente ver si la cima se veía más grande que unas zancadas antes, siempre cargando con el bastón que había recogido varios días antes, que en estos momentos parecía ya de plomo. Otra vez prométete llevar un poema escrito en un papel y no un monstruo así, me repetía.

De pronto, cuando volví a levantar la cabeza del camino para enfrentarme a la cima por enésima vez, adiviné que algo había aparecido allí arriba. Dí algunos brincos por las piedras mientras me acercaba y alcé la vista otra vez, viendo lo que antes adivinaba, la cruz metálica que coronaba la cima. Eufórico por la descubierta, pues una cosa es saber que cada paso te acerca más a la cima y otra es verlo realmente, aceleré el paso, caminando entre las angostas piedras con más energía y, llegando, finalmente, a los últimos metros de la montaña, donde el camino se volvía cada vez más y más vertical hasta que se convertía en pared y las manos pasaban desde el segundo plano al que habían estado observando a ser el principal protagonista del cuadro. Me llevé el bastón a la espalda y lo sujeté como buenamente pude entre ella y la mochila y me dediqué a escalar ese último centenar de metros casi verticales hasta llegar arriba.

Es complicado explicar qué se siente cuando uno llega a la cima de una montaña. Diez -cómo pasa el tiempo- años antes ya había subido la Pica d'Estats y pensé que esa sensación de estar en lo más alto y ver que todo el mundo queda bajo tus pies había desaparecido de mi memoria, pero esta vez la experimenté otra vez y la recordé. No es un estallido de euforia, ni siquiera esa satisfacción silenciosa pero profunda del trabajo bien hecho, sino más bien una especie de paz y plenitud no tan con uno mismo como con todo el entorno.

Me senté a comerme el bocadillo rancio que me había hecho, grabé algo en el bastón, escribí cuatro palabras en un papel y lo doblé para meterlo en una pequeña ranura del trasto con el que había cargado tanto tiempo. Lo alcé y busqué un buen sitio para clavarlo. Al lado de la cruz, en un pequeño saliente, había entre las piedras un palmo de tierra en el que lo clavé todo lo que pude para después rodearlo con piedras. Si un capullo no lo tocaba, aguantaría la lluvia y el viento bastante tiempo. Desde aquí se veía todo el camino que había hecho durante largas horas, se podía apreciar toda la serpiente retorciéndose ladera abajo hasta donde llegaba la vista, perdiéndose también entre las últimas piedras cerca ya del tramo final. Estuve un rato sentado, respiré hondo y me levanté para bajar por la otra cara de la montaña, que prometía ser más asequible.

Joder si más asequible. El camino insinuándose entre el caos de piedras había desaparecido y en su lugar estaba un bonito trazo que bajaba suavemente por la ladera norte, tan suave que invitaba a despreocuparse de las alturas y aligerar el paso hasta ponerse a correr un poco, dejándose uno llevar por la gravedad. Y así lo hice. El cansancio y agotamiento huyeron en el momento en que emergió la agradable sensación de ligereza que proporcionaba esa inocente velocidad que conseguía uno dejándose llevar un poco. Después de la subida, donde uno tenía que medir cada paso, esa ligereza era lo más semejante a un chute de LSD. Sabía que mis rodillas iban a sufrir después por toda la carga que iban a tener que soportar, pero parecía que merecía la pena.

Y así estuve avanzando hacia abajo durante una hora, trotando como un niño y esquivando a toda la gente que quería subir a la montaña por este lado, ya que por el otro uno debe tener algo más de agallas. Era ya casi mediodía y el aire ya no era ese cuchillo glaciar de la mañana, ya era más esa caricia cálida que resbalaba por todo el cuerpo, lo que hacía que la experiencia fuese todavía más gratificante. Y lo fue hasta que, con el refugio ya a la vista, pasó que lo temí toda la bajada que pasara.

Hay instantes en que parece que el mundo se para y todo transcurre cien mil veces más lento, supongo que de golpe algo activa un chorro de adrenalina y los sentidos se superagudzan. Y es que sucedió que, mientras estaba bajando, ahora ya corriendo porque el camino parecía muy limpio, justo cuando estaba en el aire me dí cuenta que mi pie izquierdo no iba a poder aterrizar en ningún lugar seguro. El espacio en que podía ponerlo sin que me cayese estaba lleno de pedruscos astutamente dispuestos para que me torciese el tobillo sí o sí. Contemplé la posibilidad de hacer algo raro y solamente caerme de alguna manera y que la cosa no fuese más allá, pero no sé porqué, igual por esperanza igual por un sentido de la estética algo extraño, decidí que iba a intentar poner el pie entre dos piedras y rezar para no torcérmelo. No funcionó. El pie se dobló hacia arriba y hacia la izquierda y noté como una espada clavándose en el talón y subiendo hasta la ingle. Ahogué un grito en la garganta, maldiciéndome a la vez porque sabía que ahí se había terminado mi viaje, que ya ni siquiera podría volver a poner el pie en el suelo en largos días. Quién sabe porqué, no fue así. Dí un paso, otro, otro y otro y el dolor, pese a que presente, estaba como ausente, como si la torcedura de tobillo fuese un eco de algo que sucedió tiempo atrás. Me puse a andar a paso normal y las punzadas se fueron calmando todavía más. Intenté ponerme a correr de nuevo y a los pocos minutos desaparecieron completamente. Me convencí de que era gracias a que estaba en caliente, o que tantos días andando había endurecido las piernas o alguna historia así y me despreocupé totalmente.

Llegué al refugio y noté que estaba perfecto, me sentía más fuerte de lo que me había sentido en la vida. Quizá por ello, después de sentarme un poco en la terraza y beberme una clara bien fresquita, barajé las dos opciones que tenía: era mediodía, podía quedarme aquí y pasar la noche y al día siguiente bajar los veinte y pocos kilómetros que quedaban hasta Prada o bajarlos esa misma tarde, dormir como un rey en cualquier hostal de mala muerte que encontrara y coger el tren el día siguiente y, al fin, descansar como es debido.

Así pues, llené las cantimploras de agua, me acomodé la mochila y me dispuse a hacer los veintidós kilómetros que me quedaban esa misma tarde.

Lo malo, es que no pensé en el sol y los dos mil doscientos metros de desnivel que me alzaban aún de mi meta, un par de factores a los que no presté demasiada atención pero serían los factores que casi acabarían conmigo.


continuará...

lunes, 3 de agosto de 2009

Diáspora, de Greg Egan


El otro día terminé de leer este libro y oh, qué decir, creo que es la lectura más inteligente y original que leía en tiempo. Supongo que el hecho de que use constantemente conceptos matemáticos y físicos nada triviales me ayudó a que me llegara tanto. ¿Alguien había visto alguna vez un libro de ciencia ficción hablando sobre variedades? ¿Definiendo qué es una topologia? ¿Hablando sobre el Teorema de Gauss-Bonnet? ¿Hablando de momentos angulares? ¿De leptones de una manera formal? ¿De agujeros de gusano desde un punto de vista serio? Yo no, desde luego.

La historia es una excusa en esta novela -año 3000, la humanidad dividida en tres ramas evolutivas: los humanos en sí, unos robots autoconscientes y unas IAs que viven apartadas-, que más que novela es un ensayo sobre la física y la vida dentro de un milenio, sobre la realidad del universo y de las matemáticas. La historia en sí es solamente la excusa para tejerlo todo y ponernos en situación. Por ello soy cuidadoso a la hora de querer recomendar este libro, ya que quizás, para alguien que algunos conceptos físicos y matemáticos se le escapen absolutamente de la compresión, algunos fragmentos le pueden resultar cansinamente incomprensibles y abstractos. Pero creo que merece una oportunidad.

Por otro lado, el autor no es un Don Nadie y uno entiende porqué la novela es así de "heavy" cuando uno se entera que Greg Egan es matemático, trabajó como informático y trabaja investigando sobre Loop Quantum Gravity, así que es comprensible la abundancia de conceptos de matemática y física avanzada que usa por doquier, y un seguro de que es un hombre que realmente sabe lo que se dice.

Lo dicho, la recomiendo a todo el mundo que no le asuste encontrarse con algunos conceptos físicos y matemáticos algo abstractos. Como novela en sí es buena, pero la potencia viene de los conceptos que usa y lo inteligente que es describiendo la física y, sobretodo, la vida artificial y alienígena.

Yo ya estoy pensando en volver a la librería a buscar Ciudad Permutación o El instante Aleph o Cuarentena o algo de este hombre, porque cómo escriba así en todos sus libros, ya tengo faena por un año.

Saludos.

viernes, 3 de julio de 2009

Es curioso esto de morirse

Os propongo un juego: mirando solo este gráfico que enseña lo que escucha la gente metida en lastfm, adivinad cuándo murió el bueno de Michael Jackson:




Curioso cuanto menos. Y la verdad es que hasta cierto punto yo me incluyo en esa montaña. Es curioso porque aunque no le hacía ascos a la música de este hombre, tampoco me entusiasmaba. Pero últimamente he estado reescuchando algunos temas y me he dado cuenta de que era un genio brutal con un talento increíble. Pero claro, tenía una personalidad tan extrema que al final se crearon varias leyendas urbanas alrededor suyo que hacía que queriéndolo o no, acabaran distorsionando la imagen que uno tenía de él. Quizá ahora, con el hombre muerto, ha muerto el personaje, pero el artista sigue estando ahí y su creación ya no está alterada por mitos extraños y puede ser contemplada sin prejuicios.

Porque, como decía uno que yo me sé, todo son prejuicios.

Saludos.

PD: Al final cuántica suspendida y métodos 2 aprobada. Esperaba bastante más tanto de la una como de la otra, pero qué le vamos a hacer. Igual el semestre que viene... ejem.

domingo, 7 de junio de 2009

La muerte de Iván Ilich

"No hay mal que por bien no venga". O al menos eso decía antes de darme cuenta que la sabiduría popular no es tan sabia como aparenta, que a veces a uno le suceden putadas que no, no tienen consuelo, a no ser que el consuelo sea darse cuenta de que la sabiduría popular no es tan sabia como aparenta, pero claro, si aceptamos armario como animal de compañía... así cualquiera! Pero bueno, sí, a veces resulta que sí, que las máximas estas se cumplen, y es que si no fuera porque tuve tres o cuatro días el pie vendado, sin poder dar ni un paso, con un dolor que brotaba del dedo gordo del pie y que lo destrozaba todo hasta la ingle, no habría estudiado lo que he tenido que estudiar -cuando el dolor, hundido en hielo, me daba un descanso-. Joder, ahora ya me sé el truco: cuando lleguen los exámenes llevaré mi cuerpo al máximo hasta que no pueda moverme de la cama en dos semanas. Vaya, si lo hubiese sabido antes!

Vaya, pero no estoy aquí por esto. Estoy aquí porque te quiero obligar -sí, qué- a que leas, o al menos le des una oportunidad a este cuento: La muerte de Iván Ilich, de Tolstoi. Dí con él un par de semanas atrás y es genial, es de esos textos que impactan y se recuerdan mucho, mucho tiempo después. De hecho ahora estaba releyendo algunos fragmentos y la intensidad y sinceridad con que escribe este hombre asusta. Y me he dicho "p'al blog, p'al blog", y es que a veces despierta el pequeñito homúnculo que llevo dentro.

O al menos esa es la sensación que me ha transmitido a mi. Claro que después se lo enseñas a alguien y te sale con un "eres un flipado, solo es un tipo que no quiere morir" y dices coño, no sé si yo soy un flipado o este un insensible. Pero bueno, por eso lo dejo, juzgad.


La próxima vez que escriba será seguramente para volver a llorar por los exámenes y blabla, qué le vamos a hacer.

Saludos.

sábado, 9 de mayo de 2009

What's in the Box?

Es una frikada, pero me encanta:






Saludos.

domingo, 19 de abril de 2009

Smells like emerge





Es mi último descubrimiento, un curioso cruze entre Emerge y Smells like teen spirit. Guai, eh?

Saludos. Stal mes que viene, supongo... ji

domingo, 29 de marzo de 2009

Pues vaya mierda juego...

"Sorry" por abandonar esto durante este tiempo, pero... bah, nadie necesita ninguna explicación, simplemente no estaba por la labor. Pero hoy he ordenado la estantería de ahí y me he encontrado con el libro de Bill Bryson "Una breve historia de casi todo". He recordado una nota a pie de página que me gustó mucho cuando lo leí y la he encontrado y me he dicho, hostia, una excusa para volver a escribir al blog. Pues eso:

[Kelvin] Formuló en particular la Segunda Ley de la Termodinámica. Para analizar estas leyes haría falta un libro dedicado sólo al tema, pero expongo aquí este resumen escueto del químico P.W.Atkins: "Hay cuatro leyes. La tercera de ellas, la Segunda Ley, fué la primera que se identificó. La primera, la Ley Cero, fué la última que se formuló. La Primera Ley, fue la segunda; la Tercera Ley podría no ser siquiera una ley en el mismo sentido que las otras." Resumiendo: la segunda ley afirma que siempre se desperdicia un poco de energía. No puedes construir una máquina de movimiento contínuo porque, por muy eficiente que sea, siempre perderá energía y terminará parándose. La primera ley dice que no se puede crear energía y, la tercera, que no se pueden reducir las temperaturas al cero absoluto; habrá siempre algo de calor residual.
Como indica Dennis Overbye, las tres leyes principales se exponen a veces irónicamente como (1) no puedes ganar, (2) no puedes empatar y (3) no puedes salir del juego.

Lo dicho, vaya mala leche tenía el que montó este Universo...

domingo, 8 de febrero de 2009

miércoles, 4 de febrero de 2009

Confirmado: soy retrasado mental

Fecha: ayer. Lugar: Local de la UGA. Análisis de la situación: Estoy jugando -con negras- en la tercera mesa con Lluis Canellas, 2250 de ELO català, un tipo que me dió una clase seis meses antes en la primera partida del cerrado del Vendell y que terminó haciendo un brutal 9 de 9, por lo tanto, le tenia en alta estima y gran respeto, así que fuí a la partida con muchísimas ganas de jugar y hacerlo bien y demostrar lo que había progresado. De hecho, creo que lo hice bastante bien y llegamos a un final de dos torres contra dos con ligera ventaja, pero calculé largos minutos dicho final y no vi nada concreto ni definitivo para consolidar la ventaja, así que miré el final de peones y vi que eran tablas, así que tonto -cobarde- de mi, fuí a por las tablas. Llegamos aquí:



Y ví que las negras forzaban tablas después de 1...e5!: 2.fe fe 3.Re5 bc 4.Rd4 Rb5 5.Rc3 (5.a6 llega a prácticamente lo mismo pero Rc3 parece mejor) Ra4 6.Rc4 Ra3 7.b5 ab 8.Rb5 Ra2 9.Rc4 Rb2 y la carrera de reyes son tablas. Así que igual me las di de listo o algo, pero después de 3..bc le pedí tablas y me las rechazó, así que bueno, como soy tan listo y demás, seguí jugando al toque, y llegamos a esto:



En fin. Salta a la vista que tras 1...Rd3 2.Rf5 Re3 3.Rg6 Rf4 4.Rh6 Rg4 bueno, nos quedamos con los reyen el bolas. Tablas. Pero imbécil de mi me fuí por el otro lado pensando -¿pensando?- que eran tablas igual. Me llevé una sorpresilla: 1...Rd5?? 2.Rf5 Rd6 3.Rg6 Re7 4.Rh6 Rf8 5.Rg6 Rg8 6.g5 y ups, de pronto el peón es imparable. 1-0, tócate los cojones. En fin, después de la partida quería morirme, y aún lo estoy deseando un poco. Anda que no es fácil echarlo a perder todo por un exceso de confianza, concentración o lo que sea, joder, con lo que me hubiese gustado hacer tablas con el tipo que seis meses antes se pegó un paseo triunfal por delante de todos, pero en fin, la vida -y el ajedrez- es así de capulla. He pensado en qué me llevó a meter la pata de esta escandalosa manera, y estoy prácticamente seguro que fué el hecho de pedirle tablas. A partir de ahí, que me las rechaza, dejo de pensar, como si inconscientemente estuviera demostrándole que lo tenía todo calculado -en cierta manera así era-, me levanto, voy a fumar y doy un paseo convencido de que puedo jugar al toque y no hay más que hacer delante del tablero. Al fin, totalmente convencido de que eran tablas por arriba y por abajo, me voy por arriba y, oh sorpresa, pierdo. Vaya mierda.

En fin, que eso, que creo que tengo una disfunción cerebral muy bestia. La historia de mi vida, fallos estúpidos con consequencias terribles.

Saludos.

lunes, 26 de enero de 2009

Redescubriendo

Vaya, dos en un día, esto es récord. Bien es cierto que cuanta más faena, más tiempo libre y menos ganas de hacer tengo. Solamente decir que hace un tiempo que estoy volviendo a escuchar -tengo unas épocas un tanto raras, salgo del trance para meterme en cantautores- y redescubrir (y ya van...) la canción catalana... ¿sabíais que el cant dels ocells tiene letra? Pues yo no, la verdad. Sea como fuere, el autor que más me llega es y ha sido Raimon; es un gran sabio, este hombre.




Sin palabras.

Voy a hacer la maleta, que aún voy a perder el tren. Saludos.

Probablemente es otra estúpida entrada

El otro día me entero que en Barcelona van a copiar una iniciativa puesta en marcha en Londres para contraatacar las campañas que promueven la iglesia católica con eslógans pro ateos en los autobuses de la ciudad. Así que sí, a partir de febrero saldrán a la calle buses con propagandas para, supongo, promover el ateísmo o yo qué sé. Lo que quedaría como una anécdota termina como chiste cuando uno lee el anuncio:




¿"Probablemente"? Es casi ridículo que lo que era un movimiento ateo termine en el agnosticismo. Por otro lado, ¿cómo asignar una probabilidad a la existencia de un Ser Supremo? Como dicen en pseudópodo, la probabilidad de que exista alguien como yo, a nivel físico y a nivel neuronal, es altamente improbable, por lo que la probabilidad de que yo exista es prácticamente cero... en cambio, por el mismo razonamiento, la cantidad de universos posibles es exageradamente enorme, y la posibilidad de que exista un universo capaz de albergar vida lo suficientemente inteligente es prácticamente nula -lo he dicho a la ligera y haciendo un poco de abogado del diablo, debería explicarme más en este punto, pero no ahora (más)-, así que la probabilidad de que un Ser Supremo manipulara las condiciones iniciales es prácticamente uno...

Por lo tanto, sea como fuere lo que uno quiere expresar aplicando una probabilidad a un Ser Supremo, la frase debería ser, al menos, "Probablemente Dios existe".

Por otro lado, la coletilla que subraya la atea-venida-a-agnóstica frase tampoco tiene desperdicio: "Así que deja de preocuparte y vive la vida". Primero, creer en un Ser Supremo da, cuanto menos, una sensación de seguridad de saber que al fin y al cabo hay una especie de Sentido, Verdad, Justicia en el universo; así que creer en Dios no debería ser, en principio, un síntoma de preocupación y una traba al intentar disfrutar de la vida. Otra cosa es si la frase realmente no querría decir que "Dios es un motivo para andar preocupado permanentemente por la vida" sino más bien "las doctrinas impartidas por cierta religión o creencia son motiva para andar preocupado por la vida", lo cual me parece un poco más sensato, aunque es un poco extraño si en la frase anterior hablábamos de Dios. Por ello esta coletilla es casi tan afortunada como el título gordo.

En fin, que creo que es una gilipollez de campaña, tanto en su filosofía, débil por todos lados, como en su ridícula puesta en práctica.

PD: Por cierto, en el comentario que hacen en pseudópodo de todo esto se ha montado un debate muy interesante, lejos de los tonos en que terminan conversaciones sobre estos temas.

Pues eso, me largo que mañana tengo que suspender un examen.

Saludos.

viernes, 16 de enero de 2009

Unstoppable


Robert Eugene Byrne 0 - 1 Robert James 'Bobby' Fischer
US Championship 1963; King's Indian Defense



After White's 11th move I should adjudicate his position as slightly superior, and at worst completely safe. To turn this into a mating position in eleven more moves is more witchcraft than chess! Quite honestly, I do not see the man who can stop Bobby at this time.

Y nadie lo paró.

sábado, 10 de enero de 2009

La suma y la resta

... hay dos métodos para cultivar la unicidad del yo: el método de la suma y el método de la resta. Agnes le resta a su yo todo lo que es externo y prestado, para aproximarse así a su pura esencia (el riesgo consiste en que al final de cada resta acecha el cero). El método de Laura es precisamente el contrario: para que su yo sea más visible, más aprehensible, más voluminoso, le añade cada vez más y más atributos y procura identificarse con ellos (con el riesgo que bajo los atributos sumados se pierda la esencia del yo).

(...)

El método de la suma es bastante simpático si la persona le añade a su yo un gato, un perro, el asado de cerdo, el amor por el mar o por la ducha fría. Las cosas se vuelven menos idílicas si la persona decide añadirle al yo el amor al comunismo, a la patria, a Mussolini, a la iglesia católica, al fascismo o al antifascismo. El método sigue siendo en ambos casos idéntico: el que defiende tercamente las ventajas del gato con respecto a los demás animales hace esencialmente lo mismo que aquel que afirma que Mussolini es el único salvador de Italia: se jacta de un atributo de su yo y procura que ese atributo (el gato o Mussolini) sea aceptado y amado por todos los demás que le rodean.
Esta es la curiosa paradoja que afecta a los que cultivan su yo por el método de la suma: procuran sumar para constituir un yo único e inimitable, pero, como se convierten inmediatamente en propagadores de los atributos añadidos, hacen todo lo posible para que se les parezca la mayor cantidad posible de gente; así sucede que su unicidad (tan trabajosamente lograda) empieza a desaparecer.
Por eso podemos preguntarnos por qué la persona que ama a un gato (o a Mussolini) no se conforma con su amor y quiere obligar a los demás a hacer lo mismo. (...) el simple (sencillo e inocente) amor por la ducha solo puede convertirse en atributo del yo cuando le comunicamos al mundo que estamos dispuestos a luchar por él.


Una de las lecciones maestras sobre todo y sobre nada que Milan Kundera expone impecablemente en su libro "La inmortalidad". He citado esta página como podría haber citado cualquier otra, todas son una pequeña joya que merece ser releída.

jueves, 8 de enero de 2009

Riembau in reflection

... por supuesto que podía suspender. Quicir, ya después de las clases, antes de los exámenes, lo entendí: puedo aprobar o puedo suspender, quicir, es una posibilidad, así que... ok, es normal, solamente soy un alumno que ni va a clase ni estudia, intenté dar lo mejor de mi mismo durante las vacaciones pero nada... ¿Sabes? esto es como un 'leitmotiv' en la vida que ok, uno es responsable de la calidad de su trabajo, pero no del resultado que obtiene de él; así que, si ni yo estoy contento con el trabajo que he hecho, ¿cómo podría esperar buenos resultados? ¿cómo podría suceder eso? Esta vez, y ya era hora, no me he podido salvar a última hora, así que bueno, es normal, tampoco veo razón por gritarle a todo el mundo por ello, aprenderemos y mejoraremos.

-Marc Riembau


,después de darse cuenta de que no aprobaría ni una sola asignatura, el 8 de enero de 2009

viernes, 2 de enero de 2009

Kramnik in reflection

... of course you can lose. I understood before the match "I can win, I can lose", I mean, it's a possibility so... ok, I'm just a sportsmen, I try to do my best, but... you know, I like very much this is in a way my motl in life, that ok, you're responsable for the quality of your work but you're not responsable for the result of it. So I'm just trying to be responsable for do to try my best but if it doesn't work likes this time... ok, it doesn't work, what can I do? It was not my match, Vishy was better this time... ok, it happens, he's a great player. So I don't see a reason to shout at everyone because of this.

-Vladimir Kramnik


,después de perder el Campeonato del Mundo contra Anand, el 29 de octubre de 2008