Hoy me he dado cuenta de varias cosas. Me he dado cuenta de que todas esas cosas que explican los físicos en las conferencias y en los libros de divulgación sobre el spin, superposiciones y demás majaderías del universo cuántico y no-tan-cuántico no son ni la mitad de la historia. Ahora entiendo porqué no entendía nada cuando me decían que el spín era tan raro o todas esas cosas de que el electrón está por aquí y por allá a la vez. Ahora he entendido que, cuando se encuentran dos físicos -de etiqueta, no pamplinas como yo- y se ponen a hablar, no hablan de spins ni de momentos ni siquiera de partículas. Ellos hablan de autofunciones, de espacios de Hilbert, de operadores hermíticos, de renormalicación, de álgebras y grupos de Lie...
Ahora entiendo porqué no entendía nada: me contaban el cuento de la caperucita sin la caperucita.
Y es más. Siguiendo lo que dice Feynman en su libro QED (Electrodinámica cuántica), la física es una ciencia experimental. Es decir, yo veo un fenómeno, propongo una teoría que me permita hacer predicciones sobre el fenómeno y pongo a prueba la teoría mediante experimetos. Si funciona, perfecto. Si no, teoría a la basura. Cabe decir que la teoría NO debe explicar el porqué suceden las cosas. Si un electrón le da por estar en dos sitios a la vez, pues que esté en dos sitios a la vez, qué más dará. Si lo fotones se comportan de una forma tan idiota para ir de A a B, o a un electrón le da por viajar atrás en el tiempo pues perfecto, mientras mi teoría sea confirmada experimentalmente. Es decir, no debería molestarnos que una teoría sera absurda o incluso estúpida si esta parece cuadrar con los experimentos y los fenómenos. ¡No debería molestarnos que la naturaleza se comporte de forma idiota!
Ejemplificando -¿me habré sacado esta palabra de la manga?-, la Electrodinámica Cuántica es suficientemente absurda como para desconfiar de ella y pensar que son majaderías propias de la mente de un enfermo. Pero lo molesto del asunto es que la QED es la teoría física más exacta de las que se han descubierto. Así pues, ¡debemos aceptar que la naturaleza sea así de absurda! Y además, gracias a aceptar a las tontas premisas de la QED después podemos explicar cosas tan dispares como porqué la luz viaja en línea recta, los colores que se forman en las charcas de aceite y demás. El 99% de las cosas que uno ve y siente están hechas de electrones y fotones... es normal, pues, que la QED tenga tanto impacto en tonterías de la vida cotidiana -y por ello la convierte en la "física de bar" por excelencia, con permiso de las relatividades-, además de reformular la física de partículas. Así pues, aceptando el sinsentido de la naturaleza encontramos sentido y simplificamos miles y miles de fenómenos.
Así pues, ¿dónde queda la realidad física? ¿Tiene la física algo que contarnos sobre la realidad? ¿Es la matemática la estructura sobre la que se apoya el universo para construir la realidad? ¿O bien la matemática solamente es la estructura sobre la que nos apoyamos para acercarnos asintóticamente a la realidad? ¿Tiene algún sentido preguntarse porqué la realidad cuántica es tan absurda?
Es pronto para responder a todo esto, aún estamos en el camino. Lo que sí es cierto es que la matemática tiene algo muy imporante que decir sobre el funcionamiento de la naturaleza, mucho más que el sentido común, la intuición y la experiencia. Desde ya, intentaré dejar de pensar en spins y demás para pensar en espacios de Hilbert y álgebras de Lie. Parece ser que abandonar la realidad es el precio que hay que pagar para entenderla.
Todo es muy extraño, sigo sin terminar de entender nada. Creo que me voy a dormir.
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