sábado, 29 de septiembre de 2007

De la Relatividad Especial (3a parte)

Uno anda ajetreado con la universidad y demás estos días y por eso he tardado tanto en escribir esta tercera parte y final. Dudo que alguien haya estado mordiéndose las uñas por ello, pero tengo que decirlo, ¿no?

Lo dicho, en esta tercera parte quiero comentar otra consecuencia de la relatividad especial totalmente trascendental, el objetivo principal de estos tres textos. No hace falta decir que la lectura -y comprensión- de la primera y segunda parte es necesario. Bueno, no del todo, pero va bien para que no tengáis la sensación de que os estoy vendiendo la moto.



No cabe duda de que si os preguntan qué hicisteis ayer podréis contestar con más o menos acierto, pero estaréis de acuerdo conmigo de que lo que sucedió ayer son sucesos invariables, están en nuestra memoria y nada podemos hacer ni para cambiarlos. El pasado es algo cierto, en el sentido de que es algo que ya ha sucedido, algo inalterable.

En cambio, no sabéis qué sucederá mañana. Quizá comeréis paella, o quizá sopa; quizá os llame ese amigo, quizá no... estaremos de acuerdo en que el futuro es realmente incierto. No sabemos qué sucederá, todo está en el aire. La única forma de saber qué sucederá exactamente mañana es esperar a que la línea del presente alcance, con su avance inexorable, el futuro y convierta lo incierto en cierto, en inalterable.

Hagamos ahora otro experimento mental y recordemos los diagramas de los conos de luz y de las superfícies del presente que comentamos en la segunda parte y echemos un vistazo a la siguiente figura:



Vemos otra vez a dos observadores, Rojo y Azul, y sus respectivas líneas de presente, que dividen su pasado y su futuro. Vemos también dos sucesos, A y B, que tienen lugar en algún punto de este espaciotiempo. Analicemos a Rojo: para él, el suceso B se encuentra en el pasado, mientras que el suceso A, aún está por suceder. En cambio, para Azul, es A el que se encuentra en el pasado mientras B tendrá lugar en su futuro. Es decir, un suceso en el pasado cierto de Azul puede ser un suceso en el futuro incierto de Rojo. Pero ahora, ¿cómo podemos asegurar que el futuro es incierto si realmente lo que hay en él son sucesos que, para otros observadores, forman parte del pasado y son totalmente ciertos?

Es decir, cuando Rojo y Azul se encuentren y discutan sobre los sucesos A y B, no habrá acuerdo. Uno asegurará que uno pertenecía al pasado pero para el otro observador, ese mismo suceso en ese mismo instante ¡pertenecía al futuro!

De aquí se extrae una consecuencia totalmente fundamental: no es que sea el pasado el que esté definido, ni siquiera que todo lo que sucede ahora mismo está determinado ¡sino que absolutamente TODO el espaciotiempo está determinado! Desde el inicio de los tiempos hasta la misma muerte del Universo, todo está determinado y fijado. El Universo, es decir, el espaciotiempo, existe, sin más. La ilusión que tenemos de que el tiempo relamente está fluyendo es simplemente a causa de la falta de simentría entre dimensiones (tres espaciales y una temporal).

Eso es, lo que haremos mañana está determinado. Y no solo eso. Nuestra vida y nuestra muerte están determinadas, son sucesos perfectamente definidos e inalterables del espaciotiempo. Esta parece ser la misma conclusión a la que llegó Einstein, tal como comenta Roger Penrose en "La nueva mente del emperador".



Todo y que este resultado es realmente sorprendente, es cierto que uno tiene una cierta incomodidad, impotencia quizá, cuando se encuentra con una sentencia tan fuerte. Pero hay algunos puntos oscuros (A partir de aquí hay algunos conceptos que no explicaré).

La primera pregunta surge de modo natural: ¿qué papel tiene el indeterminismo cuántico en todo esto? Roger Penrose apuesta por una Teoría de Gravedad Cuántica en la que el indeterminismo no sea tal, sino que simplemente sea incomutabilidad. Es decir, que el futuro de una partícula estaría determinado, pero a la vez poseería una característica escencialmente incomputable, lo que a efectos prácticos nos devuelve al modelo en que nos es imposible asegurar nada sobre el futuro.

La otra pregunta también es obligada: si todo está determinado y el fluir del tiempo es solamente una sensación, ¿porqué recordamos el pasado y no el futuro? ¿porqué existe esta distinción tan fuerte entre lo que fué y lo que aún tiene que suceder? Aquí sí que ya no puedo ni sé dar pistas de por dónde irían los tiros. Parece que la entropía pudiera tener algo que ver, pero no lo veo claro.

Quizá es que lo realmente importante está en el cerebro y la forma con la que procesa los datos, gestiona la memoria y el significado real de la consciencia. Quizá el área más desconocida de todo el universo sea realmente nuestro cerebro y sea ahí donde se esconden las respuestas a todo. Quizá la física del futuro, sea lo que sea que signifique esta palabra, nos ayude a comprender qué demonios está sucediendo.

La verdad es que mis conocimientos terminan aquí (de hecho, terminaron hace algunos párrafos) y ya poco más puedo hacer a parte de soltar preguntas e hipótesis bastante dudosas al aire.



Espero que con estos tres textos haya logrado algunas cosas. Primera, que las ideas profundas que quería comunicar hayan llegado a aquél que lo haya leído. Segundo, mostrar la verdadera esencia y el verdadero motor de la física, lejos de esas pesadas y aburridas clases de bachillerato (y a veces, de universidad).

Y aquí termina todo esto. Para cualquier cosa ya sabéis: dejad un comentario o lo que sea. Suerte para el día de mañana: vete a saber las sorpresas que, gracias a Dios, oculta.

Saludos.

viernes, 14 de septiembre de 2007

De la Relatividad Especial (2a parte)

No hace falta decir que estaría bien leer la primera parte antes de continuar con esta segunda, donde terminaremos nuestro breve paseo por los fundamentos, bases y primeras consecuencias de la relatividad especial.


Hay una segunda consecuencia bien importante que se observa directamente teniendo en cuenta lo que se comentó en la primera parte: el concepto de "simultaneidad" se difumina hasta desaparecer.

Dos hechos son simultáneos si suceden al mismo tiempo. Notemos que esto no equivale a que nos llegue la información de dos sucesos al mismo tiempo: basta con que nos lleguen a tiempos diferentes, pero que la distancia que haya tenido que recorrer la información se compense con el tiempo que ha tardado.

Dicho de otra manera más intuitiva: supongamos que tenemos dos personas con una pelota de béisbol en sus manos, una cada uno. Supongamos que la persona A se encuentra realmente cerca de nosotros (dos metros) y la persona B se encuentra más lejos (cien metros, pongamos por caso). Si ambos nos lanzan su pelota a la vez (¡ambos a la misma velocidad!) estaremos de acuerdo que la pelota de A nos llegará antes que la de B, ya que A está más cerca de nosotros.

Así, si extrapolamos este patatero ejemplo, vemos que recibir la información (pelota de béisbol) de distintos sucesos (el jugador A y B) a tiempos distintos no significa necesariamente que los sucesos no sean simultáneos. Además, recibir la información al mismo tiempo tampoco significa que los sucesos tengan que ser simultáneos, ya que en ejemplo anterior, el jugador B tendría que haber tirado la pelota antes que A si queremos recibir ambas pelotas al mismo tiempo.

Como último ejemplo, si ahora veo una estrella "explotando", este suceso no será simultáneo con la escritura de este texto, ya que realmente hace tiempo que esa estrella explotó, solamente sucede que la luz ha tardado más en llegar a mi.

De momento no he dicho nada nuevo: simplemente he repetido algo que todos sabemos y cómo se aplica el mismo principio para la luz (es decir, para la información), y remarcar algo que dentro de muy poco deberemos tener realmente claro y ya no será tan trivial como en los ejemplos que he puesto. Y es que ahora viene lo importante. Para verlo, volvamos a hacer un experimento mental.

Supongamos que un hombre (llamémosle Q) se encuentra en un andén viendo pasar trenes (¡yuju!). Supongamos que se acerca uno a una velocidad notable. Supongamos también que justo en medio del tren hay un buen hombre, que llamaremos T. Supongamos ahora que el tren, justo cuando Q y T se encuentran cara a cara a la misma altura, en decir, cuando Q ha visto pasar medio tren, caen dos relámpagos, uno en la parte trasera del tren (punto A) y otro en la delantera (punto B). Veamos qué es lo que sucede...


1) ... desde el punto de vista de Q. Como Q se encuentra a medio camino de los puntos A y B, la información "en tal punto ha caído un rayo", es decir, la luz de cada rayo, llegará al mismo tiempo. Además, como la velocidad a la que ha viajado esta información (la luz) es la misma para la luz que sale de A y de B, y la distancia es también la misma, llegamos a la conclusión de que, efectivamente, los rayos han caído simultáneamente.

2) ... desde el punto de vista de T. T se encuentra en medio del tren que, a su vez, está moviendose a través de la vía. Es decir, una vez caen los rayos, T, que se encuentra en contínuo movimiento, se acerca a B (el punto donde ha caído el rayo en la parte delantera) y se aleja de A. Mientras T se mueve, la información (esto es, la luz) que sale de A y B viaja a través del espacio en busca de un observador, T en este caso. Puesto que ambas informaciones avanzan a la misma velocidad (siempre a la de la luz, ni más ni menos!), y como T se mueve hacia B, la luz de B llegará antes que la que procede de A. Y ahora es cuando surge la magia y la parte más delicada de la discusión:

Vemos como T recibe antes la luz de B que la de A. Y de hecho, es obvio: T se está acercando a B, ¡normal que la luz procendente de B llegue antes! Y de hecho, un físico pre-relativista continuaría diciendo: además, desde el punto de vista de T, como el tren se mueve a velocidad v y la luz, pongamos por caso, se mueve a una cierta velocidad c, la luz de B se acerca a T con una velocidad total de c+v (ya que la luz se acerca a T, pero T se acerca a B, así que ambas velocidades se suman), mientras que la luz de A se acerca a c-v. Así pues, pese a que T, en el momento en que caen los relámpagos, se encuentra a la misma distáncia de A que de B, como la luz de A va más lenta que la de B, llega más tarde, aunque como vemos el rayo de A es simultáneo al de B. No hay contradicciones con las observaciones de Q, que está de acuerdo con que los rayos fueron simultáneos: no hay problemas.

¿No los hay? ¡Claro que sí! En el párrafo anterior, ¡nuestro físico pre-relativista ha dicho una gran calamidad, ha supuesto algo totalmente incorrecto que le ha llevado a conclusiones incorrectas! Hemos dicho que la luz de A le llega a T con una velocidad c-v y la de B con una de c+v. Pero como vimos en la primera parte, ¡la velocidad de la luz es contante para cualquier sistema de referencia! Es decir, T realmente ve como la luz de B le llega a una velocidad c, ¡exactamente la misma que la que proviene de A! Es decir, A y B, equidistantes, emiten un pulso de luz que T recibe a la misma velocidad, pero recibiendo antes el de B que el de A. ¿Cómo solventamos esto? ¿Cómo podemos hacer que todo cuadre?

Recopilemos: tenemos el observador Q que no nos ha dado ningún problema para ver que los dos rayos ocurren al mismo tiempo, son simultáneos. En cambio, el observador T es más complicado. Tenemos que recibe antes el pulso de B que el de A, aunque recibe los dos a la misma velocidad y viniendo de puntos equidistantes. Y ahora viene la brillante idea que hace que todo cobre sentido: los dos rayos no caen al mismo tiempo para T. Según él, primero cae el de B que el de A. Es decir, lo verdaderamente escencial no es que recibe antes el pulso de B que el de A, sino que A y B están a la misma distáncia y, como la luz viaja a una velocidad invariable, la única solución a todo esto es que el rayo de A haya caído realmente después que el de B. ¿Pero esto no entra en contradicción con las observaciones de Q? Sí. ¿Entonces? Entonces llegamos a la sorprendente conclusión de que la simultaneidad de dos sucesos es relativa. Es decir, lo que es simultáneo en un sistema de referencia, no lo será para otro que se mueva con respecto al primero. Es decir, mientras que para Q los rayos A y B son simultáneos, es decir, ocurren en el mismo instante de tiempo, para T no lo son en absoluto. Esto es la pérdida de la simultaneidad.


Leer detenidamente, una y otra vez, y razonar a cada paso es importante para no perderse. Yo mismo he sido párticipe de interesantes discusiones con mis compañeros de clase después de que nos pusieran este ejemplo en primero de carrera, ya que un sondeo a preguntas del tipo "¿y que pasa si...?" suele revelar que realmente uno ha dejado escapar el punto clave culpable del cambio entre la relatividad galieliana con la de Einstein. En ese momento, uno debe perder algo de tiempo en esto y tratar de entenderlo realmente. ¡Jamás hacer un acto de fé y darle el visto bueno sin haber comprendido la letra pequeña, aunque ésta, aún con toda su potencia y perfección lógica, resulte difícil de aceptar!.


Dicho esto, y aprovechando que sabemos tratar con los diagramas de los conos de luz y conocemos el fenómeno de la falta de simultaneidad, vamos a incluir un pequeño "add-on" a nuestro útil cono: el plano de simultaneidad. Antes, otro dibujo cutre en el que me apoyaré para argumentar.


Vamos a ver: en el diagrama he representado el cono de luz solidario a un observador que, en un auge de creatividad, he llamado Azul. Este señor Azul, posee un llamado "plano de simultaneidad", que es la línea donde se sitúan todos los sucesos, que para ese observador, suceden en el mismo instante de tiempo. Como intuimos, este plano no es único: todas las líneas paralelas a la que he dibujado serían, en efecto, planos de simultaneidad: los sucesos (puntos) que forman ese plano sucederían en el mismo intante de tiempo según Azul.

También hay otro observador representado, pero este se mueve respecto a Azul. El plano de Rojo, que en el dibujo se mueve hacia la derecha, está "levantado" por ese lado, ya que como Rojo se dirige hacia ahí, la información de esa zona tardará menos en llegarle que la de la izquierda, así que como hemos visto en el ejemplo del tren, los sucesos que tengan lugar ahí "sucederán antes" que los de la izquierda. Según Rojo, claro. Así, el plano de simultaneidad de Rojo posee esa inclinación. Otra vez, cualquier plano paralelo a este sería un plano de simultaneidad para Rojo.

De esta forma, ahora podemos dibujar el ejemplo del tren usando este tipo de diagramas (¡animaros!) y será realmente sencillo visualizar el experimento.


Hecho este último apunte, ahora sí que disponemos a atacar el tema que prometí abordar el otro día. Aunque eso será en la próxima entrada al blog, que creo que ya es suficiente por hoy. ¡Hasta entonces!

PD: Como nota, cuando he hecho el segundo dibujo he supuesto, al hacerlo, que el ángulo que forma la historia de Rojo con la línea del cono es la mima que el que forma ésta con el plano de simultaneidad de Rojo. Suponiendo que la línea del cono es la bisectriz del primer cuadrante, claro. No sé si esta suposición es correcta o no. Intentaré darle vueltas y comentarlo en la próxima, pero agradeceré mucho si alguien me echa una mano o incluso alguien conoce la respuesta.

Saludos!

jueves, 13 de septiembre de 2007

De la Relatividad Especial (1a parte)

Ya empiezo diciendo que este tema, como intuiréis, necesita páginas y páginas y páginas simplemente para hacer una introducción medianamente decente, así que lo que voy a hacer ahora es simplemente cuatro pinceladas que a buen seguro muchos de vosotros conoceréis, pero totalmente necesarios porque quiero hablar de una consecuencia realmente fundamental e inesperada.

No voy a hacer ni una introducción histórica ni mucho menos rigurosa (el que lo desee, ya sabe dónde encontrarla), sino que quiero explicar cuatro conceptos, como la dilatación del tiempo, el cono de luz o espacio-tiempo y dejar el terreno practicable para abordar la falta de simultaneidad. Antes de nada, cabe tener en mente dos cosas -y en la mano una taza de café, porque no será corto-:

1- La relatividad galieliana, que todos hemos estudiado en bachillerato. Ésta nos cuenta como el estado de movimiento de un objeto es diferente para dos sistemas de referencia con velocidad relativa. Es decir, que dos personas con movimiento relativo (una conduciendo un coche y la otra sentada en el andén) observarán diferentes velocidades de un tercer objeto (un pájaro por ejemplo) si se usan ellos mismos como sistema de referencia: la persona del coche quizá verá que está conduciendo con el pájaro justo encima suyo mientras el hombre del andén verá que el pájaro se aleja cada vez más y más.

Podríamos contestar "eh, pero el coche se mueve, y el tipo sentado no". Pero es que la Tierra también se mueve respecto el Sol. Y el Sol respecto cualquier otra estrella. Y suma y sigue. Y esto nos iduce a pensar que no hay un estado de reposo absoluto. Es decir, que no hay un sistema de referencia privilegiado por encima de otros. Eso sí, hablamos de sistemas que no están acelerados.

2- En el experimento de Michelson-Morley se demostró que la velocidad de la luz es constante. Es decir, es la misma para cualquier sistema de referencia. Esto provocó serios quebraderos de cabeza a los físicos de la época, ¡y no es por menos!

Que la velocidad de la luz sea la misma en cualquier sistema de referencia es un resultado realmente sorprendente. Vamos a ejemplificarlo: si estamos en un cierto estado de movimiento (conduciendo un coche a 80Km/h por la carretera) y vemos que la luz tiene cierta velocidad sobre nosotros (supongamos que es otro coche a 120km/h, con lo que respecto a nosotros, que vamos dentro del coche, si nos tomamos a nosotros mismos como sistema de referencia, este otro coche se alejará a 40km/h de nosotros), cabe esperar que, si nos ponemos a correr detrás de ella, cada vez nos quitará menos velocidad (es decir, si aceleramos hasta ir a 110km/h, el otro coche ya solamente se distanciará de nosotros a 10km/h) y así hasta que finalmente vayamos a su velocidad, es decir, ¡hasta que vayamos a la velocidad de la luz!. Pero esto no es así. No importa lo mucho que corramos hacia la luz, siempre la veremos pasar a la misma velocidad (es decir, siguiendo el ejemplo, por mucho que pisemos gas a fondo, ¡siempre veremos el otro coche alejarse a 40km/h de nosotros! No importa si nosotros estamos con el coche parado o vamos a 120, el coche seguirá alejándose a 40km/h).

Es decir, la luz se mueve a 300000km por segundo. No importa que nosotros nos movamos a 299999km/s (!!!), la luz, que aparentemente ahora tendría que moverse a 1km/s respecto a nosotros, ¡seguirá moviéndose a la misma velocidad que antes con respecto a nosotros, igual que si estuviésemos parados! ¿Qué está sucediendo aquí? Sucede algo notable: el tiempo se está dilatando.

Si tenemos dos sistemas de referencia (¡ahora ya no sirve habla de un solo sistema de referencia pues, como hemos visto, un sistema particular es, en definitiva, cualquier sistema!) digamos A y B con movimiento relativo, esto es, uno se aleja a velocidad constante respecto al otro, y ponemos que A está quieto y B se mueve (sin problema, toda la discusión que sigue sería válida si suponemos que A se mueve y B está quieto, ya que no podemos decir que uno se mueve y el otro no, ¡solo podemos saber si se mueven entre sí!) a una velocidad considerable, entonces el observador de A se dará cuenta como el tiempo de B sucede más lentamente que el suyo. Esto es así por el hecho de que la velocidad de la luz es la misma para todos los sistemas de referencia.

Ahora, la pregunta suge de manera natural: ¿y qué pasa si B se mueve a la velocidad de la luz respecto A? Pues que, efectivamente, ¡el tiempo no sucedería para B en absoluto! Pero hay varias cosas que impiden esto, como el crecimiento exponencial de la masa de un objeto que se mueve cada vez más y más lejos: es imposible acelerarlo a hasta alcanzar la velocidad de la luz, ¡pues se necesitaría más energía de la que posee el propio universo! De hecho, los fotones, es decir, las partículas que forman la luz en sí misma, ¡no tienen masa!

Así, hemos visto que no podemos ir más deprisa que la luz. Pero esta restricción afecta a todo. Incluso a la información. Es decir, si el Sol desapareciera ahora mismo nosotros no notaríamos el menor efecto hasta que la luz llegase hasta nosotros. La gravedad seguiría forzando la Tierra a dar vueltas y todo seguiría como siempre hasta que la información de que el Sol ha desaparecido llegara hasta nosotros. Así, podemos dividir el futuro en dos: el futuro al cual podemos acceder y al que nos está prohibido. Un dibujo siempre ayuda a entenderlo:


Vemos que los ejes del plano horizontal representan el espacio. En la figura tiene dos dimensiones puesto que no podemos dibujar tres ya que perdemos el poder de representarlo gráficamente, puesto que necesitaríamos una dimensión extra! Así, el presente del observador situado en el centro (los vértices de los conos) es el plano que vemos. El eje vertical representa el tiempo: hacia abajo del observador está el pasado y, arriba, el futuro. La superfície del cono está representada por la luz: una partícula que se mueva a la velocidad de la luz se movería por la superfície del cono superior. Es fácil de ver esto: solo hace falta pensar que, si pasa un instante de tiempo, la partícula se moverá un poco hacia, por ejemplo, la derecha del plano. pero como habrá sucedido algo de tiempo, también "subirá" en el gráfico, y así, juntando todas las direcciones, dibujamos la superfície.

Si trazamos una línea recta por el interior del cono partiendo del vértice, estaremos definiendo una historia para el observador. Él podrá moverse a lo largo de esta línea que avanza en el espacio y en el tiempo y le estaremos definiendo cada posición en cada instante de tiempo. Es decir, una historia (línea) son una serie de sucesos (puntos) entrelazados. Pero hay una restricción: como no podemos sobrepasar la velocidad de la luz (salir del cono) jamás podremos alcanzar un suceso que pertenezca a lo que llamamos futuro prohibido. De la misma manera, un observador solamente podrá haber venido de un punto interior al cono del pasado: no puede proceder de un suceso fuera de ese pasado.

Además, hay que tener en cuenta que, como más nos acerquemos a la superfície del cono, más despacio avanza el tiempo. Lo que es lo mismo, los sucesos (puntos) cerca de la superfície del cono se expanden, se distancian. Es decir, si realmente tuviéramos que representar la líneas donde para el observador tenga que recorrer la misma cantidad de tiempo para alcanzarlas, no serían simples superfícies planas puestas una encima de otra, sino que serían hipérbolas con la superfície del cono como asíntotas. Pero vamos, esto último no es esencial para lo que queremos ahora.


Como última nota, vemos en esta última imagen la historia de una partícula que se mueve a través del espacio-tiempo. Vemos que los sucesos de su historia futura se expanden cuando se acercan a la superfície del cono (ahora representado por dos líneas)

Cabe destacar algo también notable que podemos ver claramente en esta última imagen. Hasta ahora hemos hablado de movimientos no acelerados. Esto es porque, como podemos ver en la imagen, la partícula va cambiando de dirección de movimiento contínuamente: está acelerando. Uno de los efectos de esto es que podemos ver que todo el espacio-tiempo está cambiando contínuamente con cada cambio de velocidad de la partícula.



Suficiente por hoy. En la segunda parte quiero ejemplificar el problema de la simultaneidad para finalmente tener las armas suficientes para abordar como uno buenamente pueda uno de los temas más importantes del ser humano: la libertad.

Cualquier queja, metedura de pata, pregunta o lo que sea, hacédmela saber y la leeré y trataré de rectificar o responder encantadísimo.

Saludos!

martes, 11 de septiembre de 2007

Tetris para locos

No tenía ni idea de que, igual que en el ajedrez, también existe el título de Gran Maestro en el Tetris... sí, así es. Y de hecho, después de ver este vídeo, no me sorprende: lo que hace este hombre no es, para nada, normal. Hay que tener una mente realmente privilegiada para computar a la velocidad que computa este hombre.



Sin palabras ni nada más que añadir.

Bueno, sí: Caraltó, te'l dedico =)

Paseando por la "blogsfera"

Lo confieso, soy nuevo en esto de los blogs. No solamente como autor, sino como lector. De acuerdo que siempre he ojeado alguna vez que otra alguno, pero era algo totalmente ocasional. La cosa es que desde que decidí a crear este, mi -¡vuestro!- blog, he ido curioseando por aquí y por allá y la verdad es que hay cosas realmente interesantes por estos lares. De hecho, podéis ver a los que tengo más "cariño" y considero especialmente interesantes en los enlaces de la derecha, donde pone "recomendados". Aprovecho el insomnio para contaros algo de los más interesantes que conozco:

Historias de la ciencia. Lectura totalmente obligada. Cuenta historias relacionadas de alguna manera u otra con la ciencia, ya sea una biografía de algún personaje peculiar, la historia que se esconde detrás de una ecuación o simplemente una pequeña reflexión sobre algún tema interesante. Muy fácil de leer y muy, muy recomendado tanto para "expertos" como para profanos curiosos.

Malaprensa. Otra lectura muy, muy recomendable. Mustra las sutiles manipulaciones de los medios de comunicación de los que somos víctimas. Realmente, uno mira las noticias con otros ojos -aún!- más cautos a la hora de leer noticias.

Malaciencia. Con una filosofía similar al blog anterior -de hecho, el autor reconoce haber cogido la idea prestada del anterior-, aquí nos encontraremos mitos y meteduras de pata que aparecen por doquier en nuestra sociedad. Otra vez, solo relacionado con ciencia.

Curioso pero inútil. O CPI para los amigos, poco hay que decir sobre este famoso blog. Cuenta la física que hay detrás de situaciones cotidianas, además de recomendar libros y demás. Otro que hay que leer.

Física en la ciencia ficción. Otro blog famoso que, similar al de Malaciencia, cuenta los grandes fallos, meteduras de pata, absurdidades, que hay detrás de las películas de ciéncia ficción. Muy fácil y gracioso de leer y muy interesante.


Y bueno, estos son básicamente los que recomendaría con más fervor, muy interesantes todos ellos, se aprende mucho.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Recopilando música

Usurpando directamente y sin escrúpulos la idea de un blog amigo, he hecho un recopilatorio de música para el goce y disfrute de todos. Estos son los temas que encontraréis:
1. Traci Lords - Fallen Angel
2. Fischerspooner - Emerge
3. Infected Mushroom - None of this is real
4. Moby - Extreme ways
5. In Flames - Whoracle
6. Siversun Pichups - Rusted wheel
7. The Killers - Mr. Brightside
8. Leonard Cohen - Hallelujah
9. Jem - They
10. Massive Attack - Group Four
11. Amy Diamond - What's in it for me
12. Antonia Font - Alegria
13. Celldweller - Own little world
14. Blue Oyster Cult - Don't fear the reaper
15. Krezip - I would stay
16. Moby - Whispering wind
17. Above and Beyond - Air for life remix


Bien, ya véis que es una mezcla bastante rara, pero creo que es bastante resultona. Hay sobretodo música electrónica y música tranquila para fumadas. Choca un poco ver cosas como Infected Mushroom al lado de Leonard Cohen, con lo que el conjunto en general está poco cohesionado, pero creo que es por esta misma razón que lo hace bastante atractivo. Vamos, eso creo.

Ahora estaría bien que justificase cada una de mis elecciones, que comentase cada canción, pero casi prefiero que cada uno las sepa disfrutar a su modo. Oh, importante: escuchad una canción varias veces antes de decir que no os gusta, porque si no os váis a perder cosas muy buenas, os aviso... =)

PD: Por cierto, el recopilatorio tiene por título "LHC". Ningún mensaje oculto se esconde, significa simplemente "Large Hadron Collider" y es un acelerador de partículas que se pondrá en funcionamiento dentro de nada... es que me estaba informando sobre él mientras pensaba qué canciones poner. Algún día también hablaré sobre él.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Más silvovice, por favor

"El hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que en realidad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar el pasado y comprobar qué es lo que ha vivido y cuál era su sentido.
Aquella noche pensé que estaba brindando por mis éxitos, sin tener la menor sospecha de que estaba celebrando la inauguración de mis fracasos."
Milan Kundera en Nadie se va a reír

Si algo se aprende de leer a Kundera (quiero hablar de él largamente algún día) son dos cosas: la primera es a ganar una visión infinitamente rica sobre las relaciones personales. La segunda es amar a Praga. Este año al final no ha podido ser, pero el verano que viene sí que iré, ¿alguien se viene conmigo?

Por cierto, perdón (jaj) por no escribir nada en dos semanas, pero es que he estado fuera, en el Open de Sants mayormente. Ya contaré mi pésima actuación un día que esté de humor...