domingo, 31 de enero de 2010

Through the Looking Glass

... y bien, creo que con esto tengo el aprobado. Pero a ver qué dice el siguiente problema... buf, joder, madre, esto no hay por dónde cogerlo, vaya tela. Vamos a ver, esto hay que normalizarlo, así que tiene que cumplir a cuadrado más be cuadrado más cé cuadrado igual a uno. Esto por un lado, después el valor esperado de la energía es cinco medios de hache barra omega, así que todo esto tiene que cumplir esto. Bueno, hasta aquí vale, pero joder, el valor esperado de equis es cero, en serio voy a tener que resolver este monstruo? Pues nada, vamos haciendo. Hago la integral sobre todo erre del conjugado de la función de onda por ella misma por equis... esto es, los conjugados de las funciones propias... mierda, qué coño hago ahora con los conjugados de los coefic... ah no, que me dice que son reales, así pues me queda este mosntruo de seis integrales infumables... bueno, tengo que cada función propia del hamiltoniano de un oscilador armónico es este carro de aquí... que no deja de ser un coeficiente por una exponencial por las funciones de Hermite, así que todo es real y los conjugados no pintan nada, así que todo esto me daría esto... bien, podría llamar a todo este carro cé sub ene y entonces sale fuera y me quedo con esto y ¡que suerte! dentro de la integral ya solo tengo la exponencial, las dos funciones de Hermite y una variable... pero tengo esta relación entre equis por la función de Hermite de equis y las funciones de Hermite, y aquí tengo que la integral de todo esto es una delta i jota, así que si pongo esto con esto solo me quedan vivas... a ver, si i es cero jota tiene que ser uno, si i es uno jota puede ser cero o dos... vale, hostia, hostia, me está saliendo. Entonces las seis integrales se convierten en solo cuatro y esta y esta son iguales... así que son dos integrales, de hecho. Y me dan esto... y lo simplifico por aquí, hago esto por allá... Joder, de puta madre, me está quedando la mar de bonito, tiene que estar bien. Ahora saco esto de aquí y lo pongo allí, y me da que a es menos el inverso de la raíz de dos por b, y b al cuadrado es... vale, tengo un lío de signos, porque el resultado no es único, porque esto cumple el enuniado y esto también así que el sistema no está determinado, así que...

Y entonces levantó la vista del papel, perplejo, desorientado, como si viniese de otro mundo, de otro tiempo. Como si viniese del otro lado del espejo. Sintió como si hiciera horas que no respiraba.

Pero... ¿dónde coño estoy?

Un físico había renacido.

sábado, 23 de enero de 2010

Muse

Y entocnes me dije, muy bien amigo, no has hecho nada, no queda ya tiempo ni esperanza, pero puedes hacer dos cosas: verlas venir o morir de pie. Elegí, gracias a los errores pasados, morir de pie. Así que me puse a ello. Me enfrentaba mano a mano con temperaturas, energías internas y entropías, viejos colegas de batalla con los que solamente había tenido algunas charlas lejanas, difusas y superficiales. Y, de pronto, me manejaba como pez en el agua, más bien como un tiburón que se iba zampando todo lo que encontraba. Pero sucedió que, cuando la luz del túnel me estaba ya cegando de Verdad y Clarividencia, cuando nada ya me separaba de la cumbre, llegó el malnacido Legendre. Dicho villano, como por arte de un ritus satánico cabrón, me transformó mi mundo y empezaron a surgir de las profundidades horribles engendros en forma de energías libres, entalpías, entalpías libres, relaciones macabras, coexistencias, transiciones, metaestabilidades y una ristra sin fin de vocablos de la misma jerga. Mi precioso mundo p-V se convirtió en múltiples infiernos G-T, G-p, H-S, F-V y una infinidad de inframundos jamás cartografiados por ser humano alguno y, mi mente, al entrar en contacto con tal fuente de locura, subliminó irreversiblemente y todo se convirtió en entropía. El Día del Juicio ya podía olerse cuando, en un estado mental al borde de la demencia, ocurrió algo maravilloso.

Yo jamás he creído en hadas ni duendes ni elfos ni, por ende, musas, mujeres que, por su mismo existir, dotan al artista de una creatividad y clarividencia sobrehumanas. Pues bien, me retracto. He encontrado la mía. El día antes fuí tocado por ella y, al regresar a casa, al decidir echarle una última ojeada a ese caos esperpéntico de ciclos que se retorcían entre zonas de coexistencia antes de ponerme la soga al cuello, cual fue mi sorpresa al observar, incrédulo, cómo los ciclos serpenteantes se habían vuelto autopistas admirablemente lisas por donde mi mente podía circular maravillándose de un bello mundo perfectamente inteligible. De pronto, me sentí muy, muy feliz y muy, muy afortunado. Gracias.

Que eso, vamos, que al fin encontré la respuesta más obvia de todas: mens sana in corpore sano, sí, pero, sobretodo, mens sana, que loco y demente por la presión y las condiciones de contorno no se puede estudiar, coño.

Saludos.

jueves, 7 de enero de 2010

Kim Peek ha muerto

Me enteré de la existencia de Kim Peek hará como dos veranos gracias a que un buen amigo me habló de él, he querido escribir sobre este fenómeno en varias ocasiones, pero nunca me ha terminado de dar por ahí. Pero resulta que, mientras estaba dando unas vueltas por las cuatro cosas que suelo leer en la red, me entero de que Kim Peek ha muerto. Murió de un ataque al corazón el pasado 19 de diciembre a los 58 años.

¿Que quién es -fue- este hombre? Sigamos que era algo así como un super savant, el rey de ellos, esas personas con un cierto grado de desorden mental pero que, sin embargo, poseen habilidades que van más allá de lo que uno pueda imaginar. Y, como decía antes, parece ser que Kim Peek era de los casos más bestias.

Nació con un problema en el cerebro, algo relacionado con la conexión entre los dos hemisferios. Esto, además de producirle serios desequilibrios mentales, parece que le obsequió con una memoria descomunal. Según su padre, tiene recuerdos desde que tenía 16 meses. Leía libros enteros y después los recitaba de pe a pa para demostrar que los había memorizado. Lo hacía en una hora porque empleaba 8 segundos en leer dos páginas, una con cada ojo. Se dice que en su cabeza habían más de 12000 libros, letra por letra. Aprendió a tocar el piano, y podía tocar canciones que había oído una sola vez 10 años atrás. Podía contar más de cien puntos en menos de un segundo. Reternía las fechas y su día de la semana miles y miles de años atrás y hacía adelante. Y suma y sigue.

Pese a ello, tenía un Ci de 70 y poco. No era capaz de entender nada de lo que leía, simplemente lo memorizaba, exactamente como un ordenador. Por eso se ganó el nombre de 'Kimputer'. Es más, ni siquiera podía vestirse solo, su padre tenía que ayudarle. Por último, la peli de Rain Man se basa en él -no la he visto, tengo que hacerlo-.


Dejo la primera parte (de 5) de un reportaje sobre él. Merece la pena, la verdad, merece mucho la pena. Aunque da un reguto agridulce bastante jodido.





PD: He hehco dos entradas en un día, ¡tela! XD

Saludos. Vuelvo al estudio, que yo no soy como él y necesito semanas para aprenderme cuatro tontáas.

R.I.P.

Porque terra somos nós

Lo bueno de encerrarse en el cuarto a estudiar, es que uno se prepara para ello y empieza a rebuscar todos los CDs que hay en la casa y se reencuentra con canciones muy queridas que hacía mucho tiempo que no escuchaba:





Enorme el grupo este, enorme.

Saludos.