Y me dejo caer en el sofá, exhausto, medio muerto, medio semiinconsciente, y empiezo a oír ese ruido indescriptible que emerge de lo más profundo de mi mente y me pregunto si serán las neuronas y tormentas eléctricas del cerebro, más brutales, caóticas e intensas que nunca. Miro la hora, las tres, las cuatro, las cinco, otra vez las tres, las cuatro y cuarto, las dos, joder, miro alrededor y todo se desvanece, mi mundo es difuso, vago, impreciso, agotador, agobiante, incomprensible, mi mundo es vapor, espuma. Cierro los ojos y el ruido que chilla desde las entrañas más remotas e inexploradas de mi alma es más y más fuerte y noto de golpe todas las posiciones y variantes que he visto en mi vida, saltan de la memoria a la conciencia a la vez, se aglomeran en mi como un enjambre enfurecido y me siento sobrecargado, saturado, a rebentar; y cierro los ojos con aún más fuerza y el ruido se vuelve ensordecedor, mi mente estalla y fractales hipercomplejos de colores imposibles aparecen ante mi y me veo devorado por un hipnotizante, torrencial y caleidoscópico vórtice una y otra vez en un ciclo que no se repite, simplemente ocurre, inmutable, eterno, fuera del tiempo, de la razón y dejo de ser yo y paso a ser ruidos, formas y colores intratables, impensables.
Y Dios, vaya fumada llevo. Potaré.
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3 comentarios:
que sí, tú tranquilo. Me leeré 2001, y a Penrose... bueno, ese ya veremos :)
"Su pequeño universo es muy joven, y su dios es aun un niño. Pero es demasiado pronto para juzgarlos. Cuando regresemos en los ultimos dias, ya pensaermos en lo que vale la pena salvar."
Me gusto eso que escribiste... y hago especial alusion a su final... ese dejar de ser yo... para ser todo...
Un saludo, Jaden de Lázaro.
"medio semiinconsciente"
Allo, yaves, medio semiinconsciente en realitat es com 1/4 inconscient.
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