viernes, 3 de julio de 2009

Es curioso esto de morirse

Os propongo un juego: mirando solo este gráfico que enseña lo que escucha la gente metida en lastfm, adivinad cuándo murió el bueno de Michael Jackson:




Curioso cuanto menos. Y la verdad es que hasta cierto punto yo me incluyo en esa montaña. Es curioso porque aunque no le hacía ascos a la música de este hombre, tampoco me entusiasmaba. Pero últimamente he estado reescuchando algunos temas y me he dado cuenta de que era un genio brutal con un talento increíble. Pero claro, tenía una personalidad tan extrema que al final se crearon varias leyendas urbanas alrededor suyo que hacía que queriéndolo o no, acabaran distorsionando la imagen que uno tenía de él. Quizá ahora, con el hombre muerto, ha muerto el personaje, pero el artista sigue estando ahí y su creación ya no está alterada por mitos extraños y puede ser contemplada sin prejuicios.

Porque, como decía uno que yo me sé, todo son prejuicios.

Saludos.

PD: Al final cuántica suspendida y métodos 2 aprobada. Esperaba bastante más tanto de la una como de la otra, pero qué le vamos a hacer. Igual el semestre que viene... ejem.

domingo, 7 de junio de 2009

La muerte de Iván Ilich

"No hay mal que por bien no venga". O al menos eso decía antes de darme cuenta que la sabiduría popular no es tan sabia como aparenta, que a veces a uno le suceden putadas que no, no tienen consuelo, a no ser que el consuelo sea darse cuenta de que la sabiduría popular no es tan sabia como aparenta, pero claro, si aceptamos armario como animal de compañía... así cualquiera! Pero bueno, sí, a veces resulta que sí, que las máximas estas se cumplen, y es que si no fuera porque tuve tres o cuatro días el pie vendado, sin poder dar ni un paso, con un dolor que brotaba del dedo gordo del pie y que lo destrozaba todo hasta la ingle, no habría estudiado lo que he tenido que estudiar -cuando el dolor, hundido en hielo, me daba un descanso-. Joder, ahora ya me sé el truco: cuando lleguen los exámenes llevaré mi cuerpo al máximo hasta que no pueda moverme de la cama en dos semanas. Vaya, si lo hubiese sabido antes!

Vaya, pero no estoy aquí por esto. Estoy aquí porque te quiero obligar -sí, qué- a que leas, o al menos le des una oportunidad a este cuento: La muerte de Iván Ilich, de Tolstoi. Dí con él un par de semanas atrás y es genial, es de esos textos que impactan y se recuerdan mucho, mucho tiempo después. De hecho ahora estaba releyendo algunos fragmentos y la intensidad y sinceridad con que escribe este hombre asusta. Y me he dicho "p'al blog, p'al blog", y es que a veces despierta el pequeñito homúnculo que llevo dentro.

O al menos esa es la sensación que me ha transmitido a mi. Claro que después se lo enseñas a alguien y te sale con un "eres un flipado, solo es un tipo que no quiere morir" y dices coño, no sé si yo soy un flipado o este un insensible. Pero bueno, por eso lo dejo, juzgad.


La próxima vez que escriba será seguramente para volver a llorar por los exámenes y blabla, qué le vamos a hacer.

Saludos.

sábado, 9 de mayo de 2009

What's in the Box?

Es una frikada, pero me encanta:






Saludos.

domingo, 19 de abril de 2009

Smells like emerge





Es mi último descubrimiento, un curioso cruze entre Emerge y Smells like teen spirit. Guai, eh?

Saludos. Stal mes que viene, supongo... ji

domingo, 29 de marzo de 2009

Pues vaya mierda juego...

"Sorry" por abandonar esto durante este tiempo, pero... bah, nadie necesita ninguna explicación, simplemente no estaba por la labor. Pero hoy he ordenado la estantería de ahí y me he encontrado con el libro de Bill Bryson "Una breve historia de casi todo". He recordado una nota a pie de página que me gustó mucho cuando lo leí y la he encontrado y me he dicho, hostia, una excusa para volver a escribir al blog. Pues eso:

[Kelvin] Formuló en particular la Segunda Ley de la Termodinámica. Para analizar estas leyes haría falta un libro dedicado sólo al tema, pero expongo aquí este resumen escueto del químico P.W.Atkins: "Hay cuatro leyes. La tercera de ellas, la Segunda Ley, fué la primera que se identificó. La primera, la Ley Cero, fué la última que se formuló. La Primera Ley, fue la segunda; la Tercera Ley podría no ser siquiera una ley en el mismo sentido que las otras." Resumiendo: la segunda ley afirma que siempre se desperdicia un poco de energía. No puedes construir una máquina de movimiento contínuo porque, por muy eficiente que sea, siempre perderá energía y terminará parándose. La primera ley dice que no se puede crear energía y, la tercera, que no se pueden reducir las temperaturas al cero absoluto; habrá siempre algo de calor residual.
Como indica Dennis Overbye, las tres leyes principales se exponen a veces irónicamente como (1) no puedes ganar, (2) no puedes empatar y (3) no puedes salir del juego.

Lo dicho, vaya mala leche tenía el que montó este Universo...

domingo, 8 de febrero de 2009

miércoles, 4 de febrero de 2009

Confirmado: soy retrasado mental

Fecha: ayer. Lugar: Local de la UGA. Análisis de la situación: Estoy jugando -con negras- en la tercera mesa con Lluis Canellas, 2250 de ELO català, un tipo que me dió una clase seis meses antes en la primera partida del cerrado del Vendell y que terminó haciendo un brutal 9 de 9, por lo tanto, le tenia en alta estima y gran respeto, así que fuí a la partida con muchísimas ganas de jugar y hacerlo bien y demostrar lo que había progresado. De hecho, creo que lo hice bastante bien y llegamos a un final de dos torres contra dos con ligera ventaja, pero calculé largos minutos dicho final y no vi nada concreto ni definitivo para consolidar la ventaja, así que miré el final de peones y vi que eran tablas, así que tonto -cobarde- de mi, fuí a por las tablas. Llegamos aquí:



Y ví que las negras forzaban tablas después de 1...e5!: 2.fe fe 3.Re5 bc 4.Rd4 Rb5 5.Rc3 (5.a6 llega a prácticamente lo mismo pero Rc3 parece mejor) Ra4 6.Rc4 Ra3 7.b5 ab 8.Rb5 Ra2 9.Rc4 Rb2 y la carrera de reyes son tablas. Así que igual me las di de listo o algo, pero después de 3..bc le pedí tablas y me las rechazó, así que bueno, como soy tan listo y demás, seguí jugando al toque, y llegamos a esto:



En fin. Salta a la vista que tras 1...Rd3 2.Rf5 Re3 3.Rg6 Rf4 4.Rh6 Rg4 bueno, nos quedamos con los reyen el bolas. Tablas. Pero imbécil de mi me fuí por el otro lado pensando -¿pensando?- que eran tablas igual. Me llevé una sorpresilla: 1...Rd5?? 2.Rf5 Rd6 3.Rg6 Re7 4.Rh6 Rf8 5.Rg6 Rg8 6.g5 y ups, de pronto el peón es imparable. 1-0, tócate los cojones. En fin, después de la partida quería morirme, y aún lo estoy deseando un poco. Anda que no es fácil echarlo a perder todo por un exceso de confianza, concentración o lo que sea, joder, con lo que me hubiese gustado hacer tablas con el tipo que seis meses antes se pegó un paseo triunfal por delante de todos, pero en fin, la vida -y el ajedrez- es así de capulla. He pensado en qué me llevó a meter la pata de esta escandalosa manera, y estoy prácticamente seguro que fué el hecho de pedirle tablas. A partir de ahí, que me las rechaza, dejo de pensar, como si inconscientemente estuviera demostrándole que lo tenía todo calculado -en cierta manera así era-, me levanto, voy a fumar y doy un paseo convencido de que puedo jugar al toque y no hay más que hacer delante del tablero. Al fin, totalmente convencido de que eran tablas por arriba y por abajo, me voy por arriba y, oh sorpresa, pierdo. Vaya mierda.

En fin, que eso, que creo que tengo una disfunción cerebral muy bestia. La historia de mi vida, fallos estúpidos con consequencias terribles.

Saludos.